Food and Drink

Ingredientes mexicanos que conquistaron el mundo

Te contamos cuáles fueron algunos de los sabores que iniciaron su viaje por el mundo hace más de 500 años

Ingredientes mexicanos como el cacao, el jitomate y el maíz palomero han dado la vuelta al planeta desde hace más de 500 años. (Shutterstock)

Hace más de 500 años los barcos de los navegantes conectaron dos partes del planeta que hasta ese entonces no se habían conocido, al poco tiempo se treparon ingredientes de todas partes del mundo que atravesaron las fronteras y se metieron hasta las cocinas.

Del “Viejo Mundo” llegaron el puerco, el trigo, el café, el azúcar y las especias, mientras que del territorio que hoy conocemos como México diversos ingredientes emprendieron un viaje que cambiaría los sabores de diversas gastronomías. Te contamos sobre algunos de ellos.

Cacao

El cacao es el rey de esta lista. Este alimento que en la época prehispánica fue moneda, alimento, bebida ritual y tributo sometió a los paladares alrededor del planeta, en especial al combinarse con el azúcar y la leche y convertirse en una bebida de chocolate.

En Europa la demanda del cacao fue tal se volvió en uno de los artículos que traficaban los piratas ingleses y holandeses.

Mientras que en Nueva España, la locura virreinal por su sabor tomó las cortes reales y en especial los conventos, donde diversas órdenes acostumbraban beberlo, excepto las Carmelitas Descalzas, quienes hacían voto de no beber chocolate como símbolo de austeridad.

Jitomate

¿Qué sabor tendría la pizza sin la clásica salsa de jitomate? Este ingrediente da sabor a incontables preparaciones alrededor del mundo, los catalanes lo untan al pan con aceite de oliva, los españoles lo utilizan para el gazpacho, o bien, en Estados Unidos la cátsup no puede faltar en hamburguesas y hot-dog.

Es originario de Mesoamérica, en específico del territorio mexicano, y comenzó sus viajes internacionales en el siglo XVI, en barcos españoles.

En el artículo “En el mundo hay algo de México”, el investigador Zeus Salvador Hernández Velero detalla que tuvo una accidentada llegada a Europa, puesto que se le creía venenoso, por ejemplo, en Inglaterra.

“El rechazo, nos explican los historiadores se debió al material (pewter) del cual estaban hechos los utensilios de los ricos, los cuales al combinarse con el jitomate desprenden plomo y son venenosos; en tanto que, los pobres al comer con utensilios de madera, no tenían este problema”, escribe el especialista.

Maíz palomero

Hace más de 500 años, en México no había cine, pero sí palomitas.

El maíz palomero es una variedad del maíz que revienta al contacto con el fuego, era consumida en este territorio desde la época prehispánica, los mexicas lo llamaban momocatli.

Según el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, en aquel entonces se colocaba en un comal para reventar los granos y a veces se endulzaba con miel de maíz. En algunas comunidades de los diversos pueblos originarios se pueden encontrar preparaciones dulces similares.

Salvador Hernández detalla que la mayor parte del maíz palomero hoy se produce en Estados Unidos y en México su cultivo es menor, pues se importa una gran cantidad.

Aguacate

Antes de terminar hasta en los tazones del Super Bowl, este fruto comenzó su historia hace cerca de 50 mil años, cuando existía en una parte de las tierras mexicanas y era utilizado en la gastronomía de diversas culturas prehispánicas.

Su nombre viene del náhuatl ahuacatl, que significa testículo, lo cual hace referencia a su forma, y derivó en la creencia de que tiene propiedades afrodisiacas, lo cual influyó en su amplia difusión por el mundo, según explica Larousse Cocina.

Vainilla

Hace cien años en las ciudades ya se consumía helado de vainilla creado con la nieve que se traía de los volcanes, pues no había otra manera de hacer hielo.

Sin embargo, su historia data de mucho tiempo atrás. Existe una leyenda gastronómica sobre el origen de este ingrediente, una de ellas cuenta que en la época prehispánica existió una mujer de la nobleza llamada Xanath, quien fue transformada por una antigua deidad en una planta de vainilla.

Algunas versiones dicen que esto fue el castigo de un dios al verse rechazado por la joven, otras voces cuentan que ella fue convertida en la flor de vainilla y su enamorado Balam en el árbol que la albergaba, como recompensa por su amor.

“La vainilla tiene innegablemente un origen divino y femenino: la belleza de la orquídea, el aroma, el color; por ello subliman a los buñuelos, al chocolate, a los helados, al arroz con leche, al agua de horchata, y por transitividad al cuerpo, a la mente y al alma”, dice Salvador Hernández.

La vainilla es el fruto de una orquídea trepadora de flores grandes y amarillas. Se sabe que antes del periodo de la Conquista, el territorio mexicano era el único productor en el mundo, aunque, según Larousse Cocina, y en la época prehispánica la vainilla se mezclaba con cacao para elaborar chocolate.

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