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Beneficios de comer tejocotes, frutos orgullosamente mexicanos

El tejocote es un fruto de origen mexicano, popular en esta temporada en los altares de Día de Muertos y en el ponche decembrino, además, destaca por sus propiedades benéficas para la salud.

El tejocote es un pequeño fruto de gran valor nutrimental. (Shutterstock)

El tejocote tiene un dulce aterrizaje en noviembre, cuando se prepara con piloncillo y canela para los altares de Día de Muertos; en seguida da un clavado al ponche decembrino, es imprescindible en las posadas o a veces es un invitado menos esperado de las piñatas.

Aunque se cosecha desde agosto, este fruto es popular en estos meses por las festividades, pero también es utilizado en licores, conservas, ates, jaleas y mermeladas.

Se le conoce de muchas maneras, a veces le llaman manzanita, manzanilla o manzana de indias; el nombre viene de la palabra náhuatl texocotl (piedra agria o fruto duro de sabor agrio).

El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera explica que es un fruto originario de México que surge de un árbol llamado manzanillo, además, es un fruto con un alto valor nutrimental.

Fortalece huesos

Según el Servicio de Información Agroalimentaria, los tejocotes tienen un alto contenido de calcio, por lo que fortalece huesos y dientes.

Hierro

Destacan por aportar hierro, el cual ayuda a producir la hemoglobina que transporta oxígeno.


Además, favorecen la coagulación sanguínea.

Complejo B

El complejo B presente en los tejocotes es “indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso, así como para el cuidado de la piel, uñas y cabello”, detalla dicha instancia gubernamental.

Asimismo, fortalece el sistema inmunológico y tiene un alto contenido en vitamina C.

Remedio para malestares

Las propiedades de los tejocotes son aprovechadas en remedios caseros contra diversos malestares.

De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, este fruto hervido se utiliza para el tratamiento de enfermedades respiratorias como tos, pulmonía, bronquitis, resfrío y dolor del pulmón.

En Hidalgo, explica, se cuece con sauco, ítamo real, cáscara de chirimoya, de lima y ocote, como remedio para la tos aguda o crónica. A veces sólo con canela.

En tanto, en Jalisco se hace una preparación para la pulmonía y el asma: se combina con eucalipto, flor de bugambilia, corteza de capulín, sauco, flor de obelisco y gordolobo.

Además de estos padecimientos, también se utilizan cuando se presentan enfermedades como diarrea, amibas y disentería.

“En Guerrero, para el tratamiento de diarreas, dolor de estómago y en corajes, se utiliza la cocción de las hojas y corteza, administrada por vía oral”, expone la Biblioteca Digital.

Ideal para diabéticos

Este alimento disminuye los niveles de glucosa en la sangre, por lo que es un aliado de las dietas de personas con diabetes, según el Servicio de Información.

De hecho, según la Biblioteca Digital, la raíz se usa como antidiabética, en cocción, machacada y remojada en alcohol o bien en infusión junto con istactziotzo.

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