Las botanas, los buenos tragos, el ambiente bohemio con aire antaño, la música en vivo de los tríos o mariachis y la plática amena con los amigos representan todo lo que amamos de las clásicas cantinas de la bienamada Ciudad de México.
En el territorio capitalino aún persisten y resisten algunos establecimientos centenarios que abrieron sus puertas en las últimas décadas del siglo XIX.
Desde su apertura, decenas de parroquianos se han congregado en acaloradas tertulias, charlas, celebraciones y brindis colectivos.
Algunas de las cantinas más antiguas de la ciudad aún ostentan fragmentos de la primigenia decoración y todavía se puede saborear los menús de varios tiempos para disfrutar de las promociones en tragos.
Te traemos una selección de las cantinas que ya han rebasado el siglo de edad y que esperan la visita de comensales y parroquianos para mantener viva su tradición.
La Peninsular
Desde 1872 esta cantina ha servido infinidad de tragos para las gargantas secas y ávidas de un buen aguardiante, tequila o cerveza.
Entre las personalidades que se han visto en sus mesas y barra se encuentran el ‘Príncipe de la Canción’ y Lucha Villa.
Para amainar el hambre puedes ordenar alguno de los antojitos mexicanos del menú o una ronda de botanitas.
Dónde: Alhóndiga #26-Local 4, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc
El Gallo de Oro
Durante XIX la política y la literatura frecuentemente se discutían en estos espacios. Tal es el caso de El Gallo de Oro, cuya apertura data de 1874.
La cálida luz que baña la madera de la barra envuelve a los modernos parroquianos en un ambiente familiar para brindar al unísono.
Pregunta por el menú o por la carta de cocina tradicional mexicana. El primer aperitivo dictará el ritmo de los brindis, así que anticipa la variedad de licores que recomiendan los meseros.
Dónde: Venustiano Carranza #35, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc
La Ópera
Muchas leyendas en torno a este centenario establecimiento rondan entre sus pasillos y mesas, como el ‘balazo’ que Pancho Villa atestó en el techo del bar.
Los inicios de este lugar se remontan al año de 1876; las dueñas eran dos hermanas francesas en cuyos planes no estaba propiamente que se convirtiera en una cantina. En sus primeros años el negocio tenía el giro de pastelería.
En 1895 las propietarias mudaron el lugar a unas cuadras; posteriormente, la barra de bebidas y los menús transformaron el lugar.
En su menú encontrarás gran variedad de platillos de la cocina española, como pulpo a la gallega, y mexicana como pescado a la veracruzana.
Sin duda la decoración del lugar da un viraje a los aires afrancesados que reinaban en la decimonónica Ciudad de México.
Dónde: Avenida 5 de Mayo #10, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc
Salón Tenampa
A pocos años de cumplir su primer centenario, esta cantina tiene todo el espíritu de fiesta mexicana: mariachi, tríos, tragos y botanas al por mayor.
En 1925 el Salón Tenampa abrió sus puertas y desde entonces se mantiene activo con gran ambiente y cálida atención de los meseros.
Este lugar es recomendable para aquellos que son de ‘carrera larga’, ya que su menú de comida es sustancioso, los postres están para sobremesa y los tragos para trazar vereda porque la noche es larga.
Dónde: Plaza Garibaldi #12, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc
El Tío Pepe
La antigua y persistente barra de esta cantina cuyos albores datan de 1874 dan cuenta de la rica tradición de parroquianos que ha desfilado por este lugar.
Esta cantina se caracteriza por el ambiente tranquilo. Si bien la música y el leve bullicio de las charlas pueden condensarse por momentos, en general se distingue su apacible y amable atmósfera.
Si eres de buen diente o planeas echar un ‘taco’ te recomendamos ordenar alguna de las tortitas de cochinita, aunque lo mejor será no llegar con demasiado apetito porque el menú es reducido, ya que los tragos son lo que gobiernan.
Dónde: Avenida Independencia #26, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc