Nunca un día de sobras te ha hecho tan feliz: ese pedacito de lomo, pierna o pavo que aparece doradito y jugoso en tu mesa la mañana de Navidad, es tan delicioso que casi te hace creer en Santa Claus; es también el bocado perfecto con el que el primer día del Año Nuevo parece tener un mejor pronóstico. En la cena es bueno, pero recalentado es una locura de sabores.
El recalentado se vuelve todo un ritual en las familias, es un momento de convivencia alrededor de esos platillos que nos mantuvieron horas y horas en la cocina el día anterior.
Esta es la razón por la que el recalentado es más sabroso
Según el El pequeño Larousse Gastronomique, recalentar es llevar a la temperatura de servicio o degustación un alimento ya cocido que se había puesto a enfriar o a refrigerar durante varias horas.
Durante esa segunda cocción hay una reacción química en algunos alimentos: los líquidos se evaporan y los sabores se concentran, adquieren una textura más pronunciada.
Hay muchas maneras de hacerlo, lo rápido es hacerlo en el microondas, a veces se hace en ‘baño María’, en un sartén o de regreso al horno en el mismo recipiente donde el día anterior pasó tanto tiempo.
Sin embargo, el mejor sabor es característico solo de ciertos platillos, en especial de aquellos de larga cocción, los cuales, según Larousse Gastronomique, son mejores recalentados, incluso hay quienes los preparan hasta dos días antes del momento de su consumo.
Este es el caso de los platillos navideños como bacalao a la vizcaína, pavo en todas sus formas, lomo o pierna al horno; o bien, lasaña, estofados y paella.
El pavo es uno de los ideales para recalentar porque combina varias características que le dan un mejor sabor en una segunda cocción: es una proteína preparada con muchas especias y aceites que se vuelven uno solo en ese proceso.
Además, en especial los platillos con carne o salsas pueden guardarse en recipientes cerrados y congelarse durante varias semanas, así que bien puedes repetir esa cena navideña en enero; pero ten cuidado, no es conveniente recalentar más de una vez ni volver a congelar algo que ya fue descongelado, pues los alimentos pueden contaminarse.
Si recalientas comida, cuidado con los contenedores que metes al microondas
Es una de las prácticas más cómodas después de la reunión familiar guardar los platillos sobrantes en recipientes de plástico para que sea más fácil introducirlos al electrodoméstico en el momento que apetezcas.
Sin embargo no todos los materiales de los que están fabricados estos artículos son aptos para altas temperaturas.
De acuerdo con un estudio de publicado en el sitio Harvard Health Publishing, algunos contenedores tienen componentes que podrían afectar al organismo, como el bisfenol A (BPA) y de los ftalatos.
Estudios de diversas instituciones como la Universidad de Michigan y el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York han señalado que algunos efectos de la exposición al bisfenol A son:
- Problemas de fertilidad.
- Pubertad precoz.
- Riesgo de padecer obesidad.
- Resistencia a la insulina.
- Afectaciones en la salud del cerebro y la próstata de fetos, bebés y niños.
- Posible aumento de la presión arterial.
- Factores relacionados a la diabetes tipo 2.
- Riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.