¿Te han dicho que “bebes como un cosaco”? Quizá no sea tanto en realidad.
Los cosacos tienen una fama etílica que, de tanto repetirse a través del tiempo, llegó hasta el diccionario de la Real Academia Española, donde se les define como habitantes de algunos distritos del sur de Rusia, pero también en la expresión coloquial “como un cosaco”, que significa “en gran cantidad”.
Por ello se dice que quienes consumen demasiado alcohol “beben como un cosaco”.
Este pueblo guerrero se estableció en lo que hoy es el sur de Ucrania y Rusia, sin embargo, varias versiones coinciden en que casi no consumían alcohol, ya que durante las campañas militares decretaban una ley seca y si se rompía había severos castigos.
Incluso, hay otros lemas entre la comunidad, como “bebe, pero no pierdas el sentido, la razón y el cerebro”.
¿De dónde viene la frase ‘Beber como un cosaco’?
Antes de usar a las personas cosacas para esta frase, se decía “beber como un tudesco” o “más borracho que diez indios en día de paga”, según se explica en el artículo Las metáforas del alcohol, de los investigadores Antonio Pamies, Wenceslao Lozano y Beatriz Cortina.
Según los especialistas de la Universidad de Granada, las frases populares del alcohol suelen contener gentilicios para asociar a los habitantes de una región o país extranjero con el “papel de borrachos”, se trata de estereotipos que van cambiando según las lenguas.
Así, en inglés se dice “drunk as a Pole” (bebido como un polaco) o “drunk as an Irish sailor” (bebido como un marinero irlandés); en francés “ivrogne comme un allemand” (alcohólico como un alemán) o “soûl comme un polonais” (borracho como un polaco).
Los rusos y polacos son frecuentemente mencionados en las frases europeas, curiosamente, ambos territorios se disputan la invención del vodka, bebida que, entre otros estereotipos, se dice que en Rusia se toma para cualquier ocasión y hasta como remedio para el frío.
Los cosacos: símbolo de la cultura rusa
En el artículo Los cosacos: La creación cultural de un mito histórico, el investigador Joaquín Barceló Orgiler explica que este pueblo es uno de los símbolos de la cultura rusa y del este de Europa.
Temidos y respetados, continúan rodeados de mitos y misterios sobre su cultura. De acuerdo con el investigador, los europeos vieron por primera vez a un cosaco en 1814, en ese entonces ya eran símbolos reconocibles de la cultura rusa y aún lo son.
Luego, desde el siglo XIX se ha ido construyendo una imagen de este pueblo mediante la literatura, pintura y música, con ello, se les separó de la realidad de su vida cotidiana.
En especial en España, el imaginario popular los asocia con “valientes, desmesurados y exóticos”, agrega.
“Para algunos autores esta definición de lo cosaco como excesivo se derivó de la profunda impresión que este pueblo estepario a caballo entre lo occidental y lo salvaje dejó en los soldados franceses”.