¿Qué tal un café bien cargado de tradición? Una parte de la Ciudad de México se escribe con cafeína, entre lagos de esta bebida que ha mantenido en movimiento a la metrópoli a través de su historia.
Muchos sitios han desaparecido, pero algunos de ellos aún mantienen sus puertas abiertas y sus tazas listas para darle un traguito al pasado.
Café Tacuba
Era 1912 cuando Dionisio Mollinedo, conocido como “Papá Nicho”, probó suerte en la capital, en la calle de Tacuba instaló un café que en los años 20 y 30 se convertiría en un clásico para escritores, políticos, actores y demás intelectuales: Café Tacuba.
Fue fundado en una casona del siglo XVII, según el libro Centro Histórico: 200 lugares imprescindibles estaba decorado con talaveras y “motivos mexicanos”
El lugar se encuentra rodeado de leyendas, pero una de ellas sí es cierta: en 1936, en una de sus mesas fue asesinado Manlio Fabio Altamirano, gobernador electo de Veracruz.
“El crimen fue atribuido a sicarios del grupo La Mano Negra. Los empleados relatan que en el café suceden las apariciones de una monja que flota bajo los murales del pintor Carlos González”, detalla el libro.
Hoy cuenta con un menú variado, cada mañana sus vitrinas se llenan de postres y fruta para invitar a los transeúntes al desayuno, hay más de 10 tipos de huevos, como rancheros, divorciados, tirados o con machaca.
Tienen especialidades como lengua de res a la vinagreta o Vizcaína y una amplia fuente de sodas con café (americano, expreso, extracto, con leche, capuchino o frapuchino, cajeta, con “piquete” de rompope, Kahlúa o Baileys), té (negro, manzanilla, canela, limón o hierbabuena), chocolate (Tacuba, a la española, doble), malteadas, atoles, jugos, limonadas y demás preparados de temporada.
Dirección: Tacuba 28, Centro Histórico, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café La Blanca
Otro lugar con más de 100 años de vida. Este café capitalino comenzó su historia en 1915, en ese entonces era una lechería.
Fue fundado por el español Higinio Gutiérrez Peláez, quien llevaba la leche que producía en su rancho de Texcoco, el cual también se llamaba La Blanca.
Hacia 1943 fue comprado por Marciano Diez y Diez, quien sumó más variedad al menú, para ese momento era uno de los favoritos chilangos para comer después de los paseos en el Centro, también se amplió el lugar cuando la cafetería se mudó del número 38 al 40, en avenida Cinco de Mayo, un edificio construido en 1870.
Hay cerca de 15 tipos de café caliente, desde luego destaca el “lechero”; tienen otros tantos de bebidas frías, postres, sándwiches, chilaquiles y menús del día, si buscas una comida completa.
Dirección: Avenida 5 de Mayo 40, Centro Histórico, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café Equis
Este es un expendio de café antiguo que comenzó en 1930, cuando fue inaugurado por Gaspar González Fernández, durante varias décadas ha sido un clásico de la calle Roldán para comprar opciones gourmet mexicanas por kilo, venden Huatusco, Córdoba, Coatepec, Caracol, Márago y solubles.
También tienen una pequeña cafetería de bebidas calientes al momento (americano, con leche, expreso, mokachino, capuchino y con sabores (amareto, caramelo, crema irlandesa, rompope, vainilla francesa), para acompañar, nunca falta un pan dulce.
Dirección: Calle de Roldán 16, Centro Histórico, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café Moka
Un sorbito de nostalgia de la década de los 30. “De los otros cafés hay muchos, como este, ninguno”, dicen en este lugar.
Todo inició en 1930 con un negocio familiar fundado por Ovidio Rodríguez Fonseca, aquí se conservan sus letreros y muebles originales.
En este lugar de Santa María la Ribera encuentras las opciones tradicionales: varios tipos de expreso, americanos, capuchinos, latte y chocolate.
Dirección: Santa María La Ribera 6, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café Villarías
La esquina de López y Ayuntamiento en el Centro de la Ciudad de México se caracteriza por un delicioso aroma a café desde 1942.
Este es un expendio de café fundado por personas españolas exiliadas en México como consecuencia de la Guerra Civil en su país: la familia Villarías.
Además del café molido de diversos tipos y regiones, tienen opciones para beber al momento, como los clásicos preparados con la mezcla de la casa, selección especial de Chiapas (americano, expreso, capuchino, lechero o latte), fríos, con sabores y postres para acompañar.
Dirección: López 68-A, Colonia Centro, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café La Habana
Al entrar al Café La Habana parece que el tiempo transcurre más lento lo largo de esa barra donde las máquinas continúan sirviendo el café que en alguna ocasión avivó las tertulias de personajes como Octavio Paz, Fidel Castro Ruz, Ernesto Che Guevara, Gabriel García Márquez, Jesús Martínez El palillo, Renato Leduc y Roberto Bolaño, según afirma una placa que tienen del establecimiento.
Esa cafetería llena de fotografías antiguas fue fundada Bucareli, esquina con Morelos, en 1952, por un español que venía de La Habana, Cuba.
Su fama quedó plasmada en las páginas del libro Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, donde aparece bajo el nombre de Café Quito.
En su carta encuentras cerca de 20 tipos de cafés calientes, aunque también hay opciones frías, destacan sus cafés con “piquete”, como el carajillo con licor del 43 o el capuchino con un shot de rompope.
También hay varios tipos de té, paquetes de desayunos completos y platillos a la carta.
Dirección: Morelos 62, Juárez, Cuauhtémoc, Ciudad de México.