Hace unos días cerraron las puertas de Los Famosos Equipales, sus paredes de adobe han visto pasar las décadas en Guadalajara, Jalisco, es el lugar de las famosas “Nalgas alegres”, una bebida original creada en la década de los 40 con limón, ginebra, ron, vino tinto, refresco de naranja y hielo, la cual ha mareado a más de un “valentón”. Esta cantina fue fundada por Carmen Mancilla de Partida hace 102 años, cuando la presencia femenina estaba prácticamente vetada de estos sitios.
Aquí siempre se ha vendido tequila, su rocola casi se ha quedado ronca tras cantar canciones mexicanas durante generaciones; en sus paredes se cuenta la historia de boxeadores, toreros y en especial de las Chivas, cuyos jugadores también se han sentado en esos famosos sillones llamados equipales, originarios del pueblo tapatío Zacoalco de Torres.
Cuando fue la época del Campeonísimo del Club Deportivo Guadalajara, sus principales jugadores eran visitantes destacados y amigos de la familia, como “El Tigre” Sepúlveda y Salvador Reyes.
Por sus mesas también han pasado artistas como Agustín Lara, Las Hermanas Águila, Lupita Palomera, Lucha Villa, incluso lo vemos como escenario del videoclip Duele, de Alejandro Fernández y Christian Nodal, quienes brindan ante la cámara mientras le echan un “palomazo” al despecho en la cantina.
“El lugar representa a Jalisco”, dice en entrevista María Luisa Partida, “es una cantina emblemática de Guadalajara... Mucha gente dice si vas a Guadalajara y no visitas Los Equipales es como no haber ido”.
Un siglo de las mujeres de Equipales
Esta historia comienza en los etílicos tiempos de la Revolución Mexicana, cuando en Carmen Mancilla de Partida y su esposo trabajaban en una tienda de abarrotes a la que en ese entonces llamaban tendejón, donde servían alcohol con refresco de cola, relata María Luisa Partida.
Después de enviudar, los dueños de la finca dejaron de rentarle el lugar a Carmen porque era mujer y afirmaban que ella no debía vender eso, por lo que puso un negocio por su cuenta para poder sostener a sus hijos, vendía canela con “piquete” (un poco de alcohol), la gente lo compraba al paso antes de irse a trabajar.
María Luisa cuenta que los mismos clientes la animaron a vender y en 1920 fundó Los Equipales en las calles de González Ortega y Angulo.
El nombre lo pusieron sus bebedores, quienes desde que iban al tendejón decían “vamos a los equipales”, como broma, y en referencia a la única mesa con cuatro equipales que había en el lugar.
Luego, en la década de los 40, la cantina se mudó a la emblemática ubicación en las calles de Mariano Bárcenas y Juan Álvarez. Al ver que había más lugares que se hacían llamar “Equipales”, su tía decidió renombrarla como “Los Famosos Equipales”.
María Luisa relata que posteriormente se hizo cargo su mamá, para quien también fue complicado por las condiciones de la época, cuando se decía que una mujer no debía estar al frente de un negocio, “sí se enfrentó a cosas, pero también fue estimada por la gente, siempre fue un negocio muy familiar, que tenía familiaridad con la gente, un acercamiento con respeto”.
En el ensayo La expansión tequilera y las mujeres en la industria, las investigadoras Ana Guadalupe Valenzuela Zapata y Marie Sarita Gaytán explican que antes de los años 80 estaba prohibido por ley estatal que las mujeres entraran en las cantinas.
Los Famosos Equipales fue una cantina-restaurante dividida en dos salas: una para la familia y otra para hombres; ellas ganaron un espacio en la barra a partir de los 90, también comenzó a ser más común que pidieran tequila, pues antes se consideraba “corriente” que lo hicieran, según se detalla en el artículo:
“Se había prohibido que las mujeres estuvieran ahí, pero ellas siempre reclamaron y peleaban por su derecho a sentarse, igual que los hombres, en la barra. Ganaron la batalla y ahora pueden hacerlo... Antes las cantinas tradicionales de Guadalajara eran un territorio de hombres”.
Las autoras señalan que en esa época, también sucedió algo importante: llegaron más estudiantes mujeres de Universidad Autónoma de Guadalajara y comenzaron a frecuentar la cantina.
Después de que su mamá falleció en 2013, María Luisa y su hermana Catalina continuaron con la tradición, ella considera que la gente ya ve más normal que estén al frente y así llegaron al centenario en 2020, cuando les dieron un reconocimiento por parte del ayuntamiento y también obtuvieron el Distintivo C, que reconoce a la calidad en atención al turismo... aunque ese año también llegó la pandemia de COVID.
¿Por qué cerraron Los Famosos Equipales?
Hace unos días se anunció a través de su página de Facebook sobre un cierre temporal que sonaba a despedida: “Agradecemos a nuestros clientes, amigos y proveedores por habernos acompañado en estos 102 años. A partir del 28 de febrero mantendremos el lugar cerrado temporalmente hasta nuevo aviso. Esperamos regresar pronto para seguir disfrutando de este tradicional lugar”.
María Luisa explica que el inmueble de adobe en el que está la cantina es muy antiguo y se encuentra dañado debido a que se resintió con la cercanía de la vibración de los camiones que comenzaron a circular por las calles después de los arreglos de las vialidades aledañas.
Su construcción pertenece al Centro Histórico de Guadalajara, por ello requieren de permisos especiales para restaurarla, lo cual, además es muy costoso y apenas comenzaban a reponerse del cierre de bares y cantinas durante la pandemia de COVID, además de la baja afluencia durante el confinamiento, a pesar de que reabrieron como restaurante.
Aún no es un cierre definitivo, María Luisa explica que tuvo una reunión con el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, para platicar sobre alguna vía de ayuda, “Hay expectativas muy altas”.
“Estamos agradecidas porque a partir de que la gente se dio cuenta de que íbamos a cerrar se dio el apoyo”, agrega.
Después de que se anunció el cierre, en redes sociales comenzó el paseo por la nostalgia, pues en ese espacio tapatío han atestiguado cerca de cien años de risas y despechos, es una parte de la historia de Guadalajara.