Las tlayudas andan de boca en boca, llegaron hasta a la escritora Elena Poniatowska, después de que este lunes 21 de marzo su sabor estuvo presente en la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía, ubicado en el municipio de Zumpango, Estado de México, a donde asistieron diversas personas vendedoras de este antojito veloz para salvar el día ante los pocos locales de alimentos en el lugar.
En uno de los videos que circularon en redes sociales se observa una larga fila de alrededor de 30 personas frente a una vendedora, quien habla con un elemento de la Guardia Nacional que la trata de disuadir, “Yo sé que es tu trabajo, pero también el mío, tengo que trabajar”, dice mientras le echa frijoles a las llamadas doraditas, tlayudas chilangas o huaraches toluqueños servidos con nopales, queso, cebolla, salsa y cilantro.
Ese video fue compartido por periodistas como Azucena Uresti, quien escribió en Twitter: “Una señora se filtró a sala de llegadas del AIFA y comenzó a vender tlayudas a los pasajeros de la terminal. Debido a la falta de comercios que vendan alimentos, se formaron largas filas”.
Ante ello, Poniatowska, escritora y activista francesa con nacionalidad mexicana, publicó en sus redes sociales: “Esa vendedora de tlayudas de la que habla Azucena debería ser parte del gabinete”.
Elena, quien se describe como “más mexicana que el mole”, ha dedicado varias páginas de su obra literaria a los antojitos, por ejemplo, en Miguel Covarrubias: vida y mundos describe:
“El país, recién salido de la revolución, florecía. El orgullo de ser mexicano se mecía en la vestimenta de las mujeres, en los antojitos, moles y aguas frescas, en las colecciones de arte prehispánico, en el Tamayo’s pink, en el azul añil de la casa de Frida Kahlo...”.
También en Luz y luna, las lunitas, la ganadora del Premio Nacional de Periodismo de México 1978 menciona otros sabores de la gastronomía callejera:
“Todos le entramos a la taqueada, todos comemos tacos, todos los arrebatamos con la mano, los tragamos a prisa, nos chupamos los dedos, porque están siempre de chuparse los dedos, barriga llena, corazón contento, barriga mantecosa y bien lubricada, repleta de cilantro y de perejil, corazón encendido de amor patrio, de México lindo y querido si muero lejos de ti, porque ¡Viva México, hijos del taco! ¡Viva México, hijos de la garnacha!”
Esa vendedora de tlayudas de la que habla Azucena debería ser parte del gabinete.
— Elena Poniatowska (@Eponiatowska) March 22, 2022
Las polémicas tlayudas del AIFA
La presencia de las tlayudas en las instalaciones del aeropuerto de Santa Lucía causó gran polémica, fueron tendencia y guerra en Twitter y otras redes, entre quienes defendían a los antojitos ante los comentarios que las consideraban indignas.
“No podían faltar las tlayudas en el AIFA. Me da tristeza que nunca vamos a ser un país de primer mundo. Somos la cultura del tianguis y la garnacha”, comentó una persona; “Gracias a nuestra cultura del tianguis millones de mexicanos sostuvimos este país en los peores tiempos de la pandemia”, contestó otra.
Incluso fueron mencionadas en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de “racistas y clasistas” los críticas que se hicieron a quienes las vendieron en la inauguración del AIFA, “Poco conocen México, las culturas de nuestro país. Ya quisieran comerse una tlayuda. ¿Qué quieren? ¿Hamburguesas? Es mucho el racismo, el clasismo y el coraje”.
También saltaron los nacionalismos culinarios, pues no faltó quien se indignó porque le llamaron tlayudas a esta preparación ovalada de maíz azul distinta al platillo oaxaqueño.
Cabe destacar que este antojito también es conocido como huarache en Toluca, varios vendedores y vendedoras que acudieron al AIFA eran de ahí, incluso hay quienes afirman que el platillo es originario de la capital del Estado de México; forma parte de la diversidad gastronómica de los alrededores de Santa Lucía, al lado de los chinicuiles, la barbacoa y los escamoles.