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¡Sorpresa! ¿De qué está hecho el huevito Kinder?

Este tipo de chocolate fue lanzado en 1974, aunque está prohibido en países como Estados Unidos. El Kinder Sorpresa se encuentra envuelto en polémicas tras investigarse posibles lotes con salmonelosis alrededor del mundo.

El huevo Kinder ha sido uno de los dulces más codiciados por niños y niñas desde hace varias décadas. (Foto: Shutterstock).

Un juguete escondido en el interior de un huevo de chocolate, esta seductora golosina ha sido codiciada por niños y niñas durante varias décadas, quienes en ocasiones dejan olvidado el dulce y simplemente se entretienen armando las figuras encontradas en la cápsula amarilla.

El Kinder Sorpresa fue lanzado en 1974 por la empresa de la familia Ferrero, la cual en la década de los 40 convirtió una pastelería en fábrica, fue la primera manufacturera de Italia que abrió un negocio de confitería después de la Segunda Guerra mundial, pronto se extendió por Europa y más tarde a América Latina.

Además de su forma de huevo, de esta línea de productos también se hacen otros como el Kinder Chocolate, Délice, Bueno y mini eggs, estos últimos se encuentran envueltos en una polémica sorpresa después de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta en México por la posible contaminación con salmonela de cuatro lotes del producto.

Los productos de Kinder ya han retirados a nivel mundial de manera voluntaria por la empresa fabricante, pues hace unos días se anunció que saldrían de establecimientos de Reino Unido e Irlanda varios lotes tras investigarse por casos de salmonelosis en ciudades de Europa, en específico los huevitos Kinder en empaques de tres piezas o, en su defecto, de 20 gramos cuya fecha de caducidad oscilara entre julio y octubre de 2022.

¿De qué está hecho el Kinder Sorpresa?

En esencia, chocolate y leche en polvo: el exterior se hace con chocolate con leche, azúcar, manteca de cacao, leche entera en polvo, pasta de cacao, emulsionante (lecitina, saborizante de vainillina); el interior, es leche descremada en polvo, azúcar, grasas vegetales y emulsionante (lecitina, saborizante idéntico al natural: vainillina). En algunas recetas caseras para elaborarlo, el interior se hace con chocolate blanco.

Una porción de 20 gramos contiene 10 gramos de azúcar. En una radiografía realizada por el Poder del Consumidor en 2019, se determinó que la mitad del producto era azúcar, el equivalente a dos cucharadas cafeteras, lo cual representa el 40 por ciento del máximo tolerable al día para un niño, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Cabe recordar que el alto consumo de azúcar de manera habitual induce a una ganancia de peso corporal, predisponiendo a los niños al desarrollo de enfermedades crónico degenerativas, como diabetes, hipertensión, síndrome metabólico y complicaciones cardiacas a más temprana edad”, detalla.

Además sus 4.5 gramos de grasas saturadas representa el 83 por ciento del consumo recomendado al día por la OMS, según el Poder del Consumidor, lo cual a la larga se puede relacionar con altos niveles de colesterol y riesgos de enfermedades cardiovasculares.

Dicho análisis no recomienda su consumo habitual por el alto aporte de azúcares añadidos, calorías y grasas saturadas, en su lugar recomiendan algún chocolate típico regional en cantidades moderadas.

También se menciona el envoltorio: “Su empaque es muy llamativo para público infantil, ya que con la palabra ‘SORPRESA’ indica que contiene un juguete en su interior, por lo cual se dirige específicamente a niños o niñas. Esto logra ser una herramienta muy poderosa para un consumo frecuente”.

De acuerdo con la página oficial de Kinder, la sorpresa del interior tiene por propósito que los niños jueguen mientras aprenden, a través de los años ha contenido rompecabezas, carritos o muñecos armables, algunos parte de una colección temática, recomendados para mayores de tres años.

Sin embargo, en países como Estados Unidos este tipo de golosinas están vetadas, ya que en la Ley de Comida, Medicamentos y Cosmética, publicada en 1938, se prohíben todos los dulces que contengan objetos no comestibles, por el riesgo a ser ingeridos por error, en su lugar se vende el Kinder Joy, la misma versión pero en lugar de tener el juguete en el interior, viene separado.

Los huevos Kinder en versión estándar son codiciados en ciertos sectores estadounidenses, incluso surgió una petición en 2011 para legalizarlos, se llamó Free the egg.

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