Ese café que es el suspiro mañanero necesario para arrancar con energía el día, también es el tormento nocturno de quienes en medio del insomnio se arrepienten de haber tomado esa dosis de cafeína tan tarde; son diversas las razones por las cuales una persona decide beberlo descafeinado, pero ¿de dónde viene y eso con qué se come?
En principio, las reacciones del cuerpo ante el café son distintas en cada persona, mientras hay a quienes apenas y les hace “cosquillas” un expreso, otros se alteran al beber un capuchino.
La cafeína es un alcaloide presente en el café y en otros alimentos como hojas, semillas y frutos del té, cacao, nueces de cola, guaraná y otras 60 plantas, esta sustancia puede causar placer o repudio en el cuerpo de acuerdo con diversos factores.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) explica que la cafeína sustancia actúa en el cuerpo de acuerdo a cuestiones como el peso, los medicamentos que toma la persona, la sensibilidad individual, la velocidad a la cual se asimila en el cuerpo, “lo que es ‘demasiado’ puede variar de una persona a otra”.
Además, en un artículo de la Gaceta de la Facultad de Medicina de la UNAM, la doctora Mónica Méndez Díaz, académica del Departamento de Fisiología, expone que una taza de café tarda en metabolizarse de cinco o seis horas, aunque hay quienes lo hacen más rápido o más lento, por ello hay personas que omiten esta bebida cuando se acerca la noche.
Para evitar ansiedad, alteración, insomnio, moderar el consumo y diversos motivos en los que la cafeína está contraindicada, alrededor del mundo se opta por el café descafeinado.
¿Qué es el café descafeinado?
El café descafeinado es aquel al que, por diversos métodos se le extrae parte de la cafeína, el resultado es un sabor y aroma que puede ser más suave que el normal.
De acuerdo con la FDA, el café descafeinado sí contiene cafeína, aunque menos que sus contrapartes convencionales, por ello, si la persona tiene una reacción negativa a la cafeína se aconseja evitarla por completo. Como referencia, estas son las cantidades de varias bebidas que la contienen:
- 80 a 100 miligramos: una taza de 8 onzas (237 ml.) de café.
- 40 a 250 miligramos: una lata de bebida energizante (esta cantidad varía cada 8 onzas).
- 30 a 40 miligramos de cafeína: una lata de 12 onzas (355 ml.) de refresco.
- 30 a 50 miligramos: una taza de 8 onzas (237 ml.) de té verde o negro.
- 2 a 15 miligramos: una taza de 8 onzas (237 ml.) de café descafeinado.
¿Cómo se le quita la cafeína al café?
En 1820, el químico alemán Friedlieb Ferdinand Runge aisló la cafeína, el alcaloide del café que causa sus efectos estimulantes, la droga más consumida alrededor del mundo.
Sin embargo, hasta 1903 se descubrió un método de descafeinización: en aquel entonces un embarque de café se cubrió de agua durante un viaje, como resultado la cafeína se filtró y no afectó su sabor.
El alemán Ludwig Roselius se dio cuenta y desarrolló un método para replicarlo al bañar los granos en vapor con ácidos y luego utilizando benceno para eliminar la cafeína, sin embargo, pronto buscaron nuevas técnicas.
Para obtener café descafeinado en la actualidad hay varios procesos que se realizan cuando el grano está verde, antes de tostarlo: métodos húmedos, químicos o de presión.
Métodos químicos
En este caso los granos se humedecen en agua y luego se remojan en disolventes como el cloruro de metileno, que disuelve la cafeína y también es usado en la industria como desengrasante y removedor de pintura; después se evapora el cloruro y se lavan los granos. Se trata de la forma más común y económica.
Métodos de agua
Los tratamientos con agua comenzaron en suiza en los años 30, consiste en empapar los granos en agua, la solución se filtra en carbón activado que captura la cafeína.
Además del agua, los granos se mezclan con extracto de café verde al que se le redujo la cafeína mediante un lavado con agua. Por un proceso de ósmosis la cafeína se traspasa de los granos al líquido.
Método por presión
En esta otra forma, el café se somete a una presión de 275 atmósferas y se deja que el CO2 circule entre los granos, como consecuencia, la cafeína se disuelve. Es complejo y suele ser más costoso.