Sin importar la escasez o la inflación que afecta el precio del aguacate, en las taquerías siempre hay guacamole, ¿cuál es el secreto?
Esta salsa mexicana de origen prehispánico inicialmente solo se hacía con aguacate molido y chile; con el paso de los años se han sumado ingredientes traídos de Europa: cebolla, limón (originario de Asia) y especias, ni hablar de toda la diversidad de guacamole que hay en todo el territorio, con insectos, frutas e ingredientes regionales.
Con la popularidad del guacamole en otros países la receta se ha adaptado a todo tipo de paladares, con más o menos chile, o bien a veces sin chile para el platillo de moda: el avocado toast; sin embargo, esta salsa siempre es la invitada de honor en las barras de las taquerías mexicanas, un lugar que se ha ganado al enchilar a tantas generaciones.
¿Cómo hacer guacamole barato?
Cada taquero tiene su receta secreta, en principio se suele retomar ese truco de sabiduría popular: hacer una salsa bien picosita para que rinda, aunque no suele ser efectiva para quienes gozan con la sensación de enchilarse.
Fuera de ello, hay dos trucos muy populares para hacer esta salsa con bajo presupuesto: el “falso guacamole” y la salsa de guacamole.
Falso guacamole
Ya en 2019 se hizo popular en YouTube una receta revelada por la cocinera Alejandra de Nava, quien publicó un video titulado ‘Falso guacamole: el secreto de los taqueros’, donde explicaba que era bastante común en los negocios de comida esta salsa, pues ofrece el sabor y la textura del aguacate a menor precio y sin que nadie lo note. El polémico secreto es que no lleva aguacate, sino calabacita.
¿Un guacamole sin aguacate? Aunque parece imposible, esta receta solo requiere: una calabacita partida, cuatro tomates verdes pelados, dos cucharadas de aceite, un chile jalapeño partido a la mitad, dos dientes de ajo pelados, media cucharadita de sal y un poco de cilantro.
En una olla con agua hirviendo se echa la calabacita y los tomates, una vez que estén blandos se retiran; luego se fríe en aceite un chile jalapeño. Todo se lleva licuar (sin el agua de los tomates), se agrega el aceite en el que se frieron los trozos de chile, un poco de cilantro y la sal.
Destaca además porque este ‘guacamole’ nunca se oxida, como sí lo hace el que lleva aguacate.
Salsa de guacamole
El nombre parece contradictorio porque el guacamole es una salsa, pero éste es muy distinto a la llamada ‘salsa de guacamole’ también conocida como ‘salsa de aguacate’, la cual lleva menos del llamado ‘oro verde’.
El Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana explica que ésta es una salsa verde cruda a la cual se añade aguacate maduro martajado o totalmente molido.
“Se utiliza principalmente en el centro del país para acompañar todo tipo de tacos o antojitos. A menudo se usa este nombre para distinguirla del guacamole común, que por lo general lleva más aguacate y pocos chiles picados”, detalla.
Hay quienes lo hacen con los tomates y los chiles cocidos, agregan un chorrito de vinagre y muy poco aguacate, lo cual le da una textura cremosa más cercana al guacamole.
Con un solo aguacate pueden hacer una buena cantidad de esta salsa.