La reina Isabel II falleció este 8 de septiembre a la edad de 96 años, apenas hace un par de meses celebró 70 años en el trono de Gran Bretaña con el Jubileo de Platino, como parte de los festejos se mostró una parte de sus rituales culinarios, como la hora del té, el cual tomó por la ocasión acompañada del oso Paddington.
Isabel II llevaba una agenda compleja, con todo tipo de eventos diplomáticos; sin embargo, la monarca no descuidaba su alimentación y cumplía cabalmente con sus horarios de comida.
Además, entre sus negocios la comida era una de las ramas, incluso tenía una marca de salsa cátsup.
Los chefs de la reina Isabel
La familia real ha tenido varios chefs encargados de preparar los menús para la reina.
Darren McGrady, exchef de la realeza, ha compartido testimonios a medios como GB y The Independent, la forma en la que la reina seleccionaba sus platillos.
“Le presentábamos tres o cuatros menos para la semana y ella decidía cuáles se quedaban y cuales eran descartados.”
De acuerdo con el protocolo, todos los ingredientes de la cocina real son seleccionados cuidadosamente en granjas locales, lo cual garantiza a los chefs que se trata de alimentos orgánicos.
El menú de la reina Isabel
McGrady, quien trabajó 11 años en la casa real, también ha contado en su canal de YouTube algunas experiencias en la cocina de la monarca británica.
El especialista en gastronomía aseguró que la reina “come para vivir, no vive para comer”, lo cual alude a que la monarca solo consumía lo necesario para nutrirse.
Cabe destacar que la dieta de la familia real, en especial la de su representante, ha tenido cambios en su rutina alimentaria cuando hay eventos, por ejemplo, banquetes o fiestas.
En la cotidianidad, en la casa real se sirven cuatro comidas al día; cuya consecución de platillos se divide en: entrada, plato fuerte y postre.
El desayuno de Isabel II
De acuerdo con fuentes cercanas a la realeza, Isabel II consumía solo una taza de té negro y algunas galletas o emparedados pequeños por la mañana.
La comida de la reina de Inglaterra
Antes de que los miembros de la familia real tomen sus lugares, por protocolo deben esperar a que la monarca se siente y comience con la ingesta del primer platillo.
Según McGrady, la reina mantienía su predilección por el mismo menú; no suele haber cambios significativos en los platillos.
Entre las opciones para este bloque de alimentos se servía sopa o crema rica en grasas y como plato fuerte salmón o filetes.
El postre
Después de cada comida, la monarca y su familia degustaban una selección de postres.
De acuerdo con McGrady, la reina prefería las opciones con chocolate. El chef menciona que todos los menús de la semana debían incluir por lo menos un postre con este ingrediente.
Isabel II no ocultaba su preferencia por el pastel de chocolate, en especial si se trata de la receta de la familia real que se remonta a la época victoriana.
La hora del té de Isabel II
Una tradición de tomar el té ha estado por más de tres siglos en la cultura inglesa y que la monarca cumplía cabalmente cada tarde, a partir de las 16:00 horas, sin importar el lugar donde estuviera.
Los mayordomos de la reina le sirvían un té negro, acompañado de una taza de leche entera; no le agregaba azúcar a la bebida. De acuerdo con el la BBC, la reina giraba su bebida sin tocar los bordes, ya que el ruido le parecía molesto y lo tomaba a sorbos pequeños-
El platillo más amado y odiado por la reina
La monarca también ostentaba algunas preferencias específicas, pero también ha expresado qué platillos eran indeseables en el menú.
El platillo favorito de la reina Isabel II eran los filetes gaélicos (filetes de res y salsa de champiñones), según contó al medio inglés Delish.
De acuerdo con McGrady, los filetes se saltean con mantequilla y champiñones (los trozos de carne deben de estar chamuscados); posteriormente se dejan reposar.
Una vez que han alcanzado su punto, se flamean en una sartén con un poco de whiskey. Tras quedar bien cocidos, los champiñones se vierten en la grasa que quedó de la carne y se agrega salsa Worcestershire (similar a la salsa inglesa).
El especialista en cocina real expuso que hay un ingrediente que no era del agrado de la reina Isabel II: el ajo, y si bien esta especia es parte fundamental de su platillo favorito había prohibido a los chef utilizarlo en la preparación de este y otros alimentos.