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¿Por qué se ‘quema’ la cerveza? Tips para evitar que tu ‘chelita’ se amargue

Hay algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta si no quieres que a tu cerveza se le impregne un sabor desagradable.

Las pintas de cerveza a se han popularizado en todo el mundo. (Shutterstock)

La cerveza es una de las bebidas favoritas de millones de personas alrededor del mundo, y en México no es la excepción. Ya sea para una tarde calurosa (como las hay actualmente), para convivir con los amigos en fin de semana o por el puro gusto, una ‘chelita’ no le cae mal a nadie.

Sin embargo, hay una situación más común de lo que creemos, que suele ser ‘el terror’ de cualquier persona que esté disfrutando o a punto de disfrutar de una buena cerveza: que después de un rato de abrirla, o incluso desde antes, esta adquiera un sabor ‘amargo’ (más que el que comúnmente tiene) y desagradable.

La cerveza se ‘azorrilla’. ¿Por qué?

En realidad, a esta situación se le llama de distintas formas: que la cerveza ya se amargó, se ‘quemó', o se ‘azorrilló’; seguramente has escuchado alguno de estos términos. A continuación te explicamos de qué se trata.

Lo más ‘correcto’ sería decir que se ‘azorrilló', pues el sabor que se produce es muy similar al fétido olor que produce el zorrillo, que produce en sus glándulas una sustancia llamada Tiol Azorrillado.


Se cree que esto sucede cuando la cerveza es pasada por diversos cambios de temperatura, es decir, cuando primero se enfría, después ‘se calienta’ y luego se vuelve a enfriar, lo cual en realidad es un mito.

El ‘azorrillamiento’ de la cerveza se produce cuando es expuesta directa o indirectamente a la luz del sol; mientras más tiempo lo esté, más se le impregnará este sabor gracias a los cambios que sufre el lúpulo, uno de los componentes de la bebida (la ‘espumita’).

El lúpulo posee un componente fotosensible que se llama isohumulona, y cuando este se expone a los rayos del sol, este se degrada y produce moléculas de sulfuro.

¿Cómo evitar que la cerveza se ‘queme’?

Existen una serie de recomendaciones que pueden tomarse en cuenta para evitar que tu cerveza tome un sabor desagradable. A continuación te compartimos algunas de ellas.

  • No exponerla al sol: Después de la explicación que te dimos, es algo más que obvio que debes evitar a toda costa que tu cerveza reciba rayos del sol, por lo que se recomienda beberla en la sombra y almacenarla en un sitio fresco y oscuro. Aunque en el caso de la cerveza en lata puede ser un poco menos estricta esta regla.
  • Mantenerla fría: si buscas mantener tu cerveza fría y fresca, el frío será tu mejor aliado al momento de almacenarla. Relacionada a esta recomendación, está el evitar las altas temperaturas (más de 35 grados centígrados) ya que esto puede influir.
  • Beberla ‘rápido’: Con esta recomendación no te estamos diciendo que hagas ‘fondo’ o que te la tomes ‘como agua’, más bien está relacionada con el tema de evitar que esté expuesta a la intemperie por un tiempo prolongado, pues mientras más tiempo pase, es más fácil que tome un sabor desagradable. Y más cuando la temperatura del ambiente es alta.

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