El primer trago de un café recién hecho devuelve a la vida a más de un desmañanado alrededor del mundo, sin embargo, los despistados dejan enfriar la taza mientras tratan de avanzar en sus actividades, o bien, las ansias de cafeína a veces les hacen preparar más de la cuenta y la opción más fácil para no desperdiciar ni una gota es recalentarlo después: gran error.
El café es la bebida más consumida en el mundo, después del agua, se trata de un hábito cotidiano que es capaz de estimular la mente, ahuyentar el sueño, provoca euforia durante un lapso gracias al efecto de la cafeína, su sustancia activa; cabe recordar que no a todas las personas les provoca las mismas sensaciones, mientras a algunas les causa placer, a otras repudio, ansiedad e insomnio debido a la sensibilidad que se tiene.
Es algo común, en particular en reuniones, preparar una gran cantidad de café en una olla, naturalmente al no consumirse toda al instante éste se enfría, sin embargo, recalentarlo tiene sus riesgos.
El café recalentado es más amargo
En principio, cuando el café ya preparado pasa por un nuevo proceso de cocción sabe distinto a uno recién hecho, seguro te has dado cuenta al beberlo: no es lo mismo, no eres tú, es él, pierde propiedades.
En un artículo de Expo Café, la barista Erika Chagoya detalla que cuando se prepara café se producen determinadas reacciones químicas que dan a la bebida su característico sabor y aroma, si la extracción se hace de forma adecuada se podrán destacar sus mejores propiedades, “con el cambio de temperatura, el PH del café se modifica y a su vez el sabor”.
¿Qué le pasa al café? La experta dice que cuando se calienta por segunda vez el calor provoca que las moléculas de agua se evaporen y salgan de la infusión, los materiales saborizantes se concentran más, “a medida que estos elementos se concentran el sabor cambia notablemente, destacando en la bebida sabores amargos y ácidos”.
“Nunca recaliente el café. Una vez que el café se ha enfriado, la química ha cambiado. Los aceites y sabores amargos dominarán el sabor. El recalentamiento descompone aún más los pocos aromas que quedan”, afirman también en Caribou Coffee.
‘No lo haga, compa’: recalentar el café es dañino para la salud
Además del sabor, Erika Chagoya detalla que cuando el café se calienta por segunda vez hay más reacciones en su composición.
Según la experta, se alteran sus componentes químicos e ingerirlo puede ser dañino para el cuerpo: el ácido clorogénico, presente en la bebida se descompone al someterse al calor y se convierte en ácido caféico y ácido químico, las cuales en grandes cantidades puede causar problemas gástricos.
Aunque hay quienes afirman que es una buena idea recalentar el café a temperatura baja en la estufa o en el microondas a 80 % de su potencia, especialistas coinciden en que no hay una buena manera de recalentarlo, tampoco es recomendable usar esos aparatos especiales que prometen mantener caliente la taza, ya que los cambios químicos son los mismos y amargan el café.
Así que mejor prepara esa cantidad justa para consumir o utiliza un termo para guardar el calor durante un poco más de tiempo. Otra opción es agregar un poco de leche o agua caliente, o incluso hielos para mejor beberlo helado, pero nunca recalentar el café.
Cuidado: tampoco bebas café muy caliente
Un café frío amarga la mañana, pero uno demasiado caliente también es riesgoso.
Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud detalla que el consumo de bebidas muy calientes probablemente cause cáncer del esófago en los seres humanos.