El vino rosado, tinto, blanco se desliza en las copas en todo tipo de ocasiones: una cena, una tarde calurosa, una boda, una noche después del trabajo, encuentra un momento a cualquier hora del día y la magia sucede en la mesa... siempre y cuando lo hayas elegido correctamente.
Elegir un vino no siempre es una labor sencilla, en un supermercado o tiendas especializada las etiquetas se forman una tras otra, de todos los precios y a veces con las que parecen ser muy buenas ofertas, pero ¿qué tanto lo son en verdad?
La sommelier Georgina Estrada, embajadora de vinícola El Cielo, explica en entrevista cuáles son los errores más comunes al elegir un vino.
Oferta, pero ¿a qué costo?
En principio, la sommelier explica que muchas veces hay vinos con ofertas, incluso al tres por uno; sin embargo, suele suceder que se trata de lugares donde hay muy baja rotación y la botella no se encuentra en las mejores condiciones:
- Se guarda en lugares con mucha luz.
- Está expuesta al sol.
- La almacenan de forma vertical y no horizontal.
Por ejemplo, si encuentras un vino de una añada muy vieja a un precio muy bajo primero revisa su estado: “normalmente ese estilo de vinos son para envejecer, si es un vino que cuesta menos de mil pesos y está en un oferta muy especial por algo es, tienes que ver que estén guardados en buenas condiciones”.
Vinos que no son para envejecer
En segundo lugar, la sommelier explica que es necesario que revises el tipo de uvas de la botella que tienes enfrente: su lugar de origen, la variedad, si es de barrica o de tanque.
Una de las malas decisiones que quizá veas en los estantes son añadas muy viejas que no necesariamente para son para envejecer.
Es decir, hay vinos que no tienen estancia en barrica, sino en tanque, no son para guardar por mucho tiempo, por ejemplo: un vino blanco puede vivir tres o cuatro años, expone la especialista.
“Puedes tener un vino muy viejo que no tuvo barrica y a lo mejor ya no va a estar en buenas condiciones para beber”.
¿Para qué quieres el vino?
Podría parecer una pregunta muy evidente, pero esto a veces se olvida. La especialista explica que lo mejor es que te preguntes para qué tipo de ocasión es ese vino: ¿qué vas a cenar?, ¿es para un picnic, una cena, una fiesta de compromiso?
“Hay que investigar para no ir a ciegas, es como cuando vas a comprar un coche, investigas con gente validada, pides opiniones, lo mismo con el vino, para tomar decisiones de compra”, dice Georgina Estrada.
En términos generales, la especialista da estas recomendaciones para elegir un vino según algunos platillos:
- Uvas blancas sin estancia en barrica: armonizan con pescados y mariscos frescos, que no están guisados con una preparación
- Vinos rosados: son muy armonizables, los secos van bien con comida mexicana como cochinita pibil, tacos al pastor, chiles en nogada.
- Vino tinto: carnes rojas con grasa o blancas como pescados y mariscos al grill, o bien, platillos que llevan un asado van muy bien con un vino con una vertebral de la uva Cabernet Sauvignon, con estructurada, buen tanino, estancia en barrica, “eso te permite un abanico de posibilidades para armonizar”.
Un ejemplo de este último tipo es el Caipirinha 2018, un vino personalizado de vinícola El Cielo, el cual fue presentado oficialmente en junio de este año, en el restaurante que le da nombre ubicado en San Ángel, en la Ciudad de México.
Este es un vino que se compone de Cabernet Sauvignon, Syrah, Nebbiolo y Malbec con 24 meses en barricas de roble francés, el cual según la sommelier queda bien con cortes de carne de res con mucha grasa, cortes de caza (barbacoas, borregos, pollo adobado, atún al grill), su nivel de acidez y estancia en barrica lo hacen muy versátil, incluso es ideal para acompañar con un mole poblano.
¿Por qué no un vino mexicano?
Hay quienes piensan equivocadamente que un buen vino será solo uno importado, de países con tradición de cientos de años, como Francia, Italia o España; sin embargo, los mexicanos también compiten a nivel internacional en este ámbito de bebidas.
Georgina Estrada cuenta que fuera del país hay gente que pregunta si en México no solo hacen tequila y mezcal, “el vino mexicano desde muchos años atrás ha sido de muy buena calidad”, afirma.
Como ejemplo, recordó que en el Concurso Mundial de Bruselas hay vinos con reconocimientos internacionales, tan solo en 2019 el vino Caipirinha 2016 fue considerado el Vino Tinto Revelación Mundial con Gran Medalla de Oro, se impuso ante cinco mil 393 tintos procedentes de todo el mundo tras una cata a ciegas realizada por 340 expertos de la industria del vino de diferentes nacionalidades.
“Con este vino revelación mundial el mundo entero volteó a ver a México como un país productor de vinos de calidad en serio, eso nos pone en un panorama mundial muy interesante”, describe.
Este 2022 el Concurso reconoció un total de 71 vinos mexicanos: 23 medallas de oro y el resto de plata, además, la casa Vinícola Parvada, en Coahuila, obtuvo el mayor reconocimiento con la Gran Medalla de Oro como revelación.
De hecho, uno de los que recibió oro es de la vinícola de Georgina Estrada: G&G By Ginasommelier, un Sauvignon Blanc 2019 con 12 meses en barricas de roblé francés, intensidad aromática de frutos como guayaba, mango, lima, piña, con notas de flores blancas, así como, regaliz, almizcle, mantequilla derretida, café tostado y aromas de vainilla.
Este vino marida muy bien con quesos frescos o semi maduros, pastas con mariscos, langosta estilo Baja California y pescados blancos a la mantequilla.