Alrededor del mundo le dan varios nombres: barriga cervecera, beer belly, pero en México la conocemos como la temida ‘panza chelera’, la cual suele aparecer en el estómago de personas que beben cerveza de forma frecuente, ¿de verdad esa bebida es la responsable?
En principio, una cerveza es 90 por ciento agua, se prepara con ingredientes como lúpulo, trigo, cebada y centeno.
De hecho no tiene tantas calorías como se piensa: una cerveza (356 ml) contiene alrededor de 153 calorías, lo mismo que dos rebanadas de pan o una taza de arroz; sin embargo, la ‘panza chelera’ está ahí en los bebedores asiduos.
¿Cómo surge la panza chelera?
En principio, Cerveceros de México explica que en torno a la cerveza existe el prejuicio de es la causa de subir de peso: “Se cree que los cerveceros son más propensos a tener barriga que los que no lo son, pero esta creencia no puede estar más alejada de la verdad”.
No es que haya un ingrediente específico en la cerveza que genere ese aumento de peso en el abdomen, las calorías vienen del alcohol en general, pero ésta no genera por sí sola las consecuencias, sino que hay varios aspectos en la ecuación.
Botanas y cerveza: la combinación de una panza chelera
El divulgador científico Greg Foot explicó a la BBC lo que sucede: al beber una gran cantidad de alcohol, el hígado tiene trabajo adicional, por lo cual debe concentrarse en eliminar las toxinas y quemar el alcohol. Esto implica que deja pasar las que provienen de otros alimentos que se ingieren, como papas, alitas y demás botanas.
Cuando el hígado se libera para atender lo que pasa con esas botanas, sus grasas ya están instaladas en el cuerpo, en particular en abdomen y caderas.
En un artículo de Cleveland Clinic, el médico Daniel Allan agrega, “la cerveza también puede interferir con la quema de grasa, porque su hígado preferirá quemar alcohol en lugar de grasa cuando se consume”.
Malos hábitos
En un artículo del sitio especializado Eat this, not that se detalla de dónde viene la panza chelera: la cerveza por sí sola no hace se forme en el cuerpo, sino que es una consecuencia de varios factores que terminan por acumular un exceso de grasa en la sección media:
- Ingesta calórica excesiva, en particular de alimentos con calorías vacías (con muchas calorías pero que no sacian).
- Hábitos poco saludables.
- Un estilo de vida sedentario.
“En particular, la acumulación de grasa abdominal en realidad se conoce como grasa visceral, un tipo que se encuentra entre la piel y la pared abdominal y puede causar riesgos importantes para la salud si tiene demasiada”, agrega dicho portal.
La edad: cuidado si tienes más de 35 años
Aunado a ello, se suman otros factores como la edad, ya que a medida que envejecemos el metabolismo se hace más lento y resulta más difícil para el cuerpo digerir las grasas. Esto pasa después de los 35 años.
En general, la acumulación en mujeres se da en las caderas, los muslos y el trasero; mientras que en los hombres en el abdomen, de ahí la panza chelera.
La European Journal of Clinical Nutrition ha explicado que la masa corporal de una persona no está relacionada directamente con su consumo de cerveza, influyen aspectos como los malos hábitos y la genética.
¿Por qué se endurece la panza chelera?
El médico Daniel Allan detalla que las barrigas cerveceras se relacionan con complicaciones de salud, hay mayores riesgos de:
- Diabetes tipo 2
- Hipertensión
- Enfermedades cardíacas
- Colesterol alto
- Disfunción eréctil
- Enfermedad del hígado graso
- Síndrome metabólico
- Mayor mortalidad.
“Una persona con una barriga cervecera muy firme tiene un riesgo aún mayor de tener problemas de salud”, agrega el especialista.
Según el médico, la panza se endurece cuando hay una gran acumulación de grasa en los órganos internos (o viscerales), “está muy apretado y, a medida que se acumula, empujará la pared abdominal hacia afuera, exagerando la apariencia de la barriga cervecera. La pared abdominal en sí está hecha de músculos y tejidos fibrosos duros y es muy firme; así el vientre se sentirá duro”.
¿Cómo evitar la panza chelera?
No hay alimentos malos por sí mismos, sino malos hábitos. La cerveza en cierta cantidad puede seguir presente en la vida cotidiana sin causar estragos a la salud.
De hecho, un estudio del Colegio Oficial de Médicos de Asturias afirmó hace unos años que “la barriga cervecera es un mito”, ya que un consumo moderado de hasta medio litro diario está asociado a una dieta como la mediterránea; sin embargo, la cantidad adecuada siempre depende de las condiciones particulares de una persona.
Daniel Allan sugiere que si se quiere eliminar esa acumulación se requiere una dieta balanceada y actividad física, “beber menos cerveza o menos calorías es un punto de partida para los bebedores de cerveza”.