En cuando la campana suena en las escuelas comienza un desfile de tortas y sándwiches aplastados por el peso de los cuadernos, botellas de jugos y aguas de todos los sabores y colores; chocolates, papas y algunas frutas que ruedan a medio patio.
En ese breve periodo para comer y jugar también se arman filas con 15 y 20 pesos en mano “para gastar” en tacos de guisado, banderillas, paletas de hielo, vasos con fruta y leche condensada, aguas de sabor, sándwiches, pambazos, dulces y quesadillas.
¿Qué tan saludables son los alimentos más comunes que se consumen en el recreo? En entrevista, la nutrióloga Ximena Zárate, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explica lo menos saludable que ha encontrado en las luncheras.
Alimentos menos saludables para un lunch
La especialista en nutrición ha acudido a escuelas para conocer qué es lo que llevan de comer niños y niñas durante ese descanso entre clases: “usualmente no son saludables”.
En esas mochilas viajan frecuentemente productos congelados o procesados, “supongo que por lo rápido”, agrega.
Nuggets y otros alimentos congelados
En el top de lo más dañino que ha visto en un lunch se encuentran los nuggets: “No sé por qué, pero a muchos niños les mandan nuggets de los congelados, con cátsup, eso es de lo peor que vi”, dice la especialista.
Se trata de un alimento procesado socorrido por su practicidad, ya que basta con descongelarlos y freírlos.
Sin embargo, la experta del INSP detalla que más de la mitad de su composición está elaborada en base de cartílagos, huesos y grasa (desechos del pollo); además, contienen exceso de calorías y grasas saturadas o trans, sal y azúcares añadidos.
La nutrióloga también ha visto otros alimentos congelados como pizza, la cual tampoco está recomendada.
Embutidos
Las salchichas son un invitado habitual al recreo: “se piensa que son nutritivas y en realidad no, los embutidos son dañinos, causan cáncer y tienen mucho sodio”.
El rey de los embutidos es el jamón, ingrediente de tortas y sándwich, el cual puede consumirse de vez en cuando sin riesgos, pero si se ingiere con frecuencia podría traer consecuencias, ya que tiene aditivos alimentarios como los nitritos y nitratos cuyo alto consumo ha sido identificado como cancerígeno, según explica la nutrióloga: “mientras menos se pueda mandar el jamón, mejor”.
Jugos y refrescos
Las bebidas azucaradas son una constante: jugos, refrescos, productos lácteos con demasiadas azúcares como el yogurt de sabor.
“Un niño que siempre consume jugos y refrescos está consumiendo azúcares en exceso, tiene más riesgo de obesidad, diabetes”, explica la especialista.
Botanas procesadas
Para coronar este plato del mal comer en la lunchera, están las galletas, papas y demás snacks que “están llenas de calorías y no nutren a los niños”.
¿Por qué es importante el lunch en la alimentación?
De acuerdo con Ximena Zárate, idealmente todas las personas debemos hacer varias comidas al día, en la infancia un lunch ayuda a recargar energía entre el desayuno y la comida.
“El lunch en realidad solo es un snack, no debe de reemplazar el desayuno, es un pequeño bocadillo, debería de ser de 200 a 250 calorías, es importante que los niños desayunen bien y en el lunch sea algo sencillo, pero que lo nutra para que siga teniendo energía en el día y lleguen a la comida sin tanta hambre”.
En este aspecto, Zárate agrega que a veces además hay un mal desayuno previo, como cereal de caja con leche, el cual tiene exceso de azúcares y no nutre, pero se ha publicitado como un alimento para crecer “sano y fuerte”.
El lunch es un momento clave en la alimentación, ya que si durante la infancia se consumen muchos productos ultraprocesados posteriormente pueden desarrollarse problemas como sobrepeso, obesidad, diabetes infantil.
“Eso lleva a que el niño no duerma bien, tenga autoestima baja, no crezca adecuadamente, las articulaciones van dañando, problemas respiratorios y mala condición física”, comenta.
Además, al consumir ultraprocesados se van adaptando a su sabor y posteriormente es más complicado cambiar el hábito de este tipo de alimentos.
“La infancia es el momento más adecuado para empezar a crear buenos hábitos, el niño está aprendiendo, si desde pequeños les enseñamos a no consumir productos ultraprocesados, lo va a ir asimilando y va a comer más natural”, explica la nutrióloga.
¿Qué debe llevar el lunch de los niños?
Ximena Zárate explica que un lunch saludable debe contener alimentos de los tres grupos y agua:
- Una proteína como huevo, pollo, queso panela, cottage, quesillo, yogurt natural sin azúcar, frijoles, o garbanzos.
- Frutas y verduras como zanahoria, pepino, jícama.
- Algún cereal o carbohidrato complejo: pan, tortilla, papas, avena natural.
- Agua simple: la especialista hace hincapié en que se incluya una botella, “para que se esté hidratando todo el día y durante el recreo”.
Ejemplos de lunch saludable
La nutrióloga pone como ejemplo incluir: yogurt natural con almendras, fruta, ensalada de pollo con verduras (zanahoria, chícharo y papa), un poco de palomitas naturales y su botella de agua.
El sándwich puede ser parte de un lunch saludable, expone, pero no diariamente de jamón, es mejor ir cambiando su relleno por pollo, atún, frijoles, verduras; asimismo, lo ideal es elegir un pan de caja de grano entero y sin sellos de advertencia.
“El sándwich no es tan malo, es mejor a mandar nuggets, salchichas o papitas, lo que se puede hacer es elegir un buen pan (cereal) y una proteína (huevo, pollo, queso, frijoles, verduras), aguacate (grasa saludable) en lugar de mayonesa, una fruta o verdura para complementar”.
Además, al momento de elegir los alimentos para los niños, la nutrióloga recomienda:
- Siempre preferir lo fresco y lo natural.
- Evitar o reducir lo ultraprocesado
- Revisar los sellos de advertencia en los productos y elegir aquellos que no tengan tantos.