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¿Por qué no debes guardar el vino en el refrigerador? Esto dice una sommelier

Si tienes esa botella en el refrigerador desde hace un mes, quizá esa copita de vino ya no va a tener un buen sabor. Una sommelier nos dice por qué esto es una mala idea.

Guardar el vino en el refrigerador puede ser una mala idea, ya que la bebida podría arruinarse. (Foto: Shutterstock).

Desde antes de llegar a casa las botellas de vidrio ya van tintineando en la bolsa del supermercado, como el presagio de una refrescante copa de vino vespertina al final del día; si el refrigerador es el destino inmediato de esa reserva de vinito que tanto tardaste en elegir para todo el mes, podrías estar arruinando la bebida.

En entrevista, la sommelier Gabriela Petriz nos explica que hay personas que acostumbran guardar en el refrigerador las tres o cuatro botellas de vino que compran para varias semanas, con la idea de mantenerlas frías para cualquier momento; sin embargo, este hábito de mantenerlas en ese lugar por tanto tiempo es un grave error.

¿Qué pasa si pongo el vino en el refrigerador?

La especialista de Viñedos La Redonda explica: “En el refrigerador lo traes paseando y el vino paseado se pueden echar a perder”.

Esto porque cuando pasa tanto tiempo el vino entra y sale, se mueve, de hecho, el peor lugar para colocarlo es en la puerta, ya que el vino se agita constantemente por el movimiento.

¿Cómo guardar el vino en casa?

Si se compran varias botellas lo ideal es elegir un lugar para armar la cava, la sommelier sugiere un espacio con estas características:

  • Ambiente seco y fresco.
  • Oscuro.
  • Para guardar las botellas de forma horizontal.
  • Alejado de aromas potentes como el jabón porque los aromas se pueden absorber a través del corcho.

¿Cómo enfriar correctamente un vino?

Petriz detalla que hay que enfriar el vino solo hasta que se va a usar, ya que se requiere una temperatura ideal para disfrutar de todos los sabores y olores que nos ofrece esta bebida, la cual depende de si son tintos (jóvenes o de crianza), blancos, espumosos o rosados.


“Necesitamos una temperatura ideal, por ejemplo, si los vinos tintos están muy fríos lo que sucede es que se empiezan a apagar: no percibes aromas, no percibes alcohol, está cerrado, lo llevas a nariz y no hay todos esos aromas que podemos encontrar según la variedad. A veces se hace para ocultar algún defecto, para tapar aromas, porque es lo que le pasa, se cierra, no disfrutas por completo el sabor; un vino blanco caliente va a resultar muy alcohólico, no vas a disfrutarlo”.

De acuerdo con la sommelier, la temperatura depende de qué tipo de vino se trata:

  • Blancos y espumosos: colocar la botella en una cubitera con mucho hielo poca agua, así se puede enfriar rápido.
  • Rosados: no necesitan estar tan fríos, hay que poner la botella en una cubitera con la mitad de agua y la mitad de hielo, si éste se derrite y solo queda el agua fría está perfecto, ya que el vino se mantendrá fresco sin seguir bajando la temperatura.
  • Tintos: colocar en la cubitera con agua y pocos hielos.

Cada botella tiene una recomendación de temperatura de servicio, puedes usar un termómetro, o bien, calcular que cada cinco minutos baja un grado: “por ejemplo, si tengo una temperatura ambiente de 22 grados, necesito bajar cinco grados y voy tomando el tiempo”, dice Petriz, “en la cubitera podemos sumergir la botella completa para que todo el vino esté a la misma temperatura”.

Según la sommelier, si tienes el tiempo encima y no cuentas con cubitera, puedes colocar la botella de 10 a 30 minutos en el refrigerador para bajar la temperatura; siempre es un poco más si es vino blanco.

Además, la especialista comenta que el vino va cambiando una vez servido: “El vino decimos que está vivo, tiene el poder de ir evolucionando en la copa conforme va pasando el tiempo”.

En este modo, cuando llega por primera vez a la copa percibes ciertos sabores y aromas; a los 10 o 15 minutos es diferente.

“Siempre es mejor servir un vino un poco más frío y esperar a que pase la temperatura ambiente a servirlo caliente, ahí no hay nada qué hacer”, agrega.

¿Cuánto tiempo podemos guardar una botella de vino abierta?

La sommelier reitera que el vino va evolucionando en contacto con el oxígeno, “cuando pasa demasiado tiempo pierde propiedades y comienza a desarrollar aromas y sabores que lo delatan, aromas casi nulos o que nos recuerdan a vinagres así como el sabor, si hablamos de vinos espumosos estos pierden la vivacidad de las burbujas”.

Por ello, la especialista de La Redonda comenta que, una vez abierta la botella, en el refrigerador tendrán este tiempo de vida aproximadamente:

  • Vinos blancos: 2 días máximo
  • Tintos jóvenes: 3 días
  • Tintos con crianza: hasta 4 días.
  • Vinos espumosos: se deben beber el mismo día porque pierde burbuja.


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