La persona más rica de Italia lleva como apellido el nombre de un chocolate, o más bien es este alimento de cacao es con lo que ha amasado una dulce fortuna de 36 mil 600 millones de dólares: Ferrero.
De acuerdo con el Índice de multimillonarios de Bloomberg, Giovanni Ferrero y familia ocupan el puesto número 28 entre los 500 más acaudalados en el planeta, ¿pero cómo podríamos dimensionar tantos ceros en una cifra? Bloomberg apunta que la fortuna equivale a:
- 22.5 millones onzas troy de oro
- 397 millones de barriles de crudo
- 0.159% del PIB de los Estados Unidos
- 0.551% de la riqueza total de las 500 personas más ricas del mundo
- 9.26% de las 100 principales dotaciones universitarias de Estados Unidos.
- 580% de la compensación total otorgada a los 200 principales ejecutivos de EE. UU.
- 1.92% de las ventas de viviendas existentes en Estados Unidos.
- 517 mil 694 veces el ingreso familiar promedio de Estados Unidos.
Italia lleva en su historia gastronómica dos ingredientes mexicanos de gran relevancia en sus cocinas: el jitomate, que terminó de dar forma a la pizza en la ciudad de Nápoles, y el cacao, que creó un imperio de chocolate.
Giovanni Ferrero nació en septiembre de 1964 en Farigliano, Italia, es descendiente de Pietro Ferrero, quien en la década de los 40 inició el negocio como una pastelería. Hoy es dueño de Grupo Ferrero, el segundo mayor fabricante de chocolate en el mundo, las ‘joyas’ de su corona son:
- 1964: Nutella.
- 1968: chocolate Kinder.
- 1969: pastillas de menta Tic Tac.
- 1982: chocolates Ferrero Rocher.
- 2018: Nestlé vende su negocio de golosinas en Estados Unidos a Ferrero por 2.800 millones de dólares.
La empresa pertenece a varios miembros de la familia y, según Bloomberg, tuvo unos ingresos de 13 mil 600 millones de dólares en 2021, pero ¿cómo es que este producto de cacao llevó a la fortuna a la familia Ferrero?
El chocolate: la moneda comestible
El cacao es un ingrediente que tiene su origen en el actual territorio mexicano, ya se consumía desde la época prehispánica, era moneda, tenía un uso ritual, gastronómico y hasta medicinal; tras la llegada de los españoles a estas tierras, su sabor se desbordó por el mundo en una locura tal que no es de extrañarse la forma en que hizo ricas a varias familias alrededor del mundo.
Con ingredientes que llegaron de Europa como la leche y el azúcar de caña, el chocolate como lo conocemos comenzó a tomar forma, la semilla del cacao ha sido tan valiosa que hasta fue traficada por los piratas ingleses y holandeses.
Debido a la piratería y a la demanda de cacao, en el siglo XVIII los españoles comenzaron a adquirirlo en Ámsterdam, “ese fue el inicio de la tradición chocolatera en Holanda”, detalla el Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana.
En este modo, su forma de golosina comenzó a cocinarse en tierras europeas, donde se desarrollaron técnicas para transformarlo.
Desde el siglo XVII ya se hacía sólido, de forma limitada, había con frutos secos, luego en bombones, pasteles, helados, pastillas de chocolate, los cuales eran un placer de la nobleza y la burguesía.
Para el siglo XIX en Holanda se patento un sistema que lo hizo polvo y las fábricas inglesas comenzaron a competir al hacerlas en barra o en bombones vendidos en cajas. A finales de ese siglo, aparecieron las fábricas Turín y el empresario Henry Nestlé, el primero en producir chocolate con leche.
Ferrero: Así inició su imperio en la escasez de cacao
A inicios del siglo XX la locura por el chocolate como golosina ya estaba bastante extendida por el mundo. Por ese entonces apareció en el mapa chocolatero Pietro Ferrero.
Él era un italiano que había servido en el ejército durante la Primera Guerra Mundial y en 1923 decidió abrir una pastelería en Dogliani, en el noroeste de Italia.
Un año más tarde se casó con Piera Cillario y dos años después nació Michele; el tiempo pasó sumergido en experimentos de Pietro, quien seguía aprendiendo de los dulces en diversas tiendas y cuando menos lo esperaban comenzó la Segunda Guerra Mundial, la familia estaba en las colinas de Alba.
Allá Pietro buscó alternativas baratas para el chocolate, el cual era un lujo en esos tiempos bélicos, creó una preparación a la que llamó Giandujot, un nombre derivado del gianduiotto, un dulce de la época de Napoleón, también se llamaba así un personaje local de carnaval.
El Giandujot estaba hecho con melaza, aceite de avellana, manteca de coco y poco cacao; los envolvía en papel encerado y los vendía en la ciudad. La popularidad de este dulce fue tal que se asoció con su hermano Giovanni y fundaron Ferrero en 1946.
El exitoso Giandujot luego se convirtió en Supercrema, una versión más untable, el antecesor de la Nutella.
Ferrero: de pastelería a fábrica
Era la década de los 40, a la sombra de la Segunda Guerra Mundial, Piera y Pietro tomaron una decisión: convertir su pastelería en una fábrica, la cual fue la primera empresa manufacturera de confitería en Italia después del conflicto bélico.
Michele, que aún era muy joven se unió al delirio por la experimentación chocolatera, mientras que Giovanni estableció una organización de ventas nacional; Pietro murió en 1949, antes de ver en lo que se convertiría Ferrero, tuvo un ataque al corazón.
Para 1956, Michele Ferrero decidió llevar el éxito más allá del país de la ‘bota’ y abrió una fábrica en Alemania, luego en Francia, Europa y en décadas ya estaban en América, el cacao regresó, transformado, a reconquistar paladares. En los 80 ya se había extendido a los 5 continentes
Michele Ferrero se hizo cargo del negocio tras la muerte de Giovanni en 1957, quien también tuvo un infarto; luego en 1997 le dio el liderazgo de su empresa a sus dos hijos, Giovanni y Pietro; el padre de la Nutella murió en 2015, a los 89 años, aunque se dice que en realidad nunca se jubiló.
Pietro falleció antes que su papá Michele, ya que en 2011 murió mientras andaba en bicicleta en Sudáfrica, tenía 47 años.
En ese modo, Giovanni fue nombrado director ejecutivo único de Grupo Ferrero y se corona como el rey del chocolate en Italia y a nivel mundial, en el ramo de los alimentos, se encuentra solo detrás de la millonaria Jacqueline Badger Marte, quien comparte la propiedad de Mars Inc (M&Ms, Snickers, Milky Way).