El café es una bebida que con los años ha encontrado todo tipo de presentaciones además de los granos molidos, desde un capuchino o frappuccino en las cafeterías, hasta la practicidad del soluble, ¿pero qué tanto café tiene en realidad?
Durante el confinamiento por COVID, se reportó un aumentó del consumo de café instantáneo en hogares mexicanos, ya que solo dos de cada 10 tazas acudieron a beberlo en cafeterías, donde el café en su versión clásica se encuentra de cajón en sus barras.
En México, el negocio del café instantáneo lo domina Nescafé de Nestlé con una participación de 48.9 %, seguido de Dolca, también de Nestlé, que ostenta 10.3% del mercado y Los Portales con 7.1% de participación, de acuerdo con Euromonitor.
¿En qué se diferencia el café soluble del de grano?
Tiempo de preparación
Para la década de los 30, en México era un consumo habitual el café molido, preparado en una olla de barro, con canela, piloncillo y agua; con el tiempo se popularizó el café soluble, el cual se conoce desde el siglo XIX, aunque llegó a más mesas mexicanas en la década de los 40, en especial preparado con leche.
Así, la popularidad del café instantáneo proviene de mediados del siglo XX, por la facilidad de preparación de la bebida que comenzó a atraer bebedores.
De acuerdo con la Revista del Consumidor, el también llamado café instantáneo, ha ganado preferencia porque es más fácil y rápido de preparar en cualquier momento del día.
Cantidad de cafeína
La cafeína es un estimulante natural que en muchas personas tiene un efecto que activa el cuerpo, provoca un estado de alerta y concentración; puede hallarse en café, plantas de cacao y té, incluso puede ser replicado de manera artificial o utilizado en bebidas energizantes.
El cuerpo del café soluble, a pesar de ser visualmente idéntico al de su versión molida, cuenta con algunas diferencias importantes, como el contenido de cafeína.
La cantidad de cafeína que se presenta en una taza de cualquier tipo de café varía por factores externos como la temperatura y la preparación; sin embargo, en promedio la bebida natural contiene 96 miligramos del estimulante.
Como referencia, de acuerdo con el sitio de Nescafé, una cucharada de su café clásico instantáneo contiene entre 30 a 40 miligramos de cafeína, aunque el contenido del estimulante depende de las cantidades que se agreguen a la taza.
Cabe destacar que el café soluble puede presentarse con azúcar, es por ello que Profeco recomienda leer la etiqueta para asegurarse de que el producto que se está comprando es puro o descafeinado, si es lo que se desea, ya que algunas personas tienen contraindicaciones con estos ingredientes para la salud.
Sabor
Además de estos elementos, todo se resume al gusto del consumidor, ya que los procesos de una y otra versión tienen diferentes resultados.
El de grano es solo tostado y envasado, en tanto, el soluble tiene un proceso de infusión y secado para volverlo polvo, en el cual algunas marcas pueden perder ciertos atributos y cuerpo de la bebida.
Ya en la taza, el soluble suele dar como resultado un sabor más amargo, mientras que el de grano provee variedad de sabores por los aceites que se conservan en el grano.
¿Cuánta cafeína es saludable para el ser humano?
El poder de la cafeína no se niega, es una fuente que ayuda a producir un poco más de energía para la cotidianidad. Sin embargo, el consumo excesivo puede provocar una serie de malestares que podrían atentar contra tu salud.
En la Revista del Consumidor de enero 2021, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) asegura que consumir mucha cafeína puede provocar:
- Ansiedad
- Insomnio
- Irritabilidad
- Malestares estomacales
- Nerviosismo
- Aumento en presión arterial
- Dolor de cabeza
- Falta de concentración
De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, es recomendable que solamente se consuma 400 miligramos por día. Lo que puede ser traducido en cuatro a cinco tazas diarias. Por supuesto que es un tipo de bebida que se aconseja que los menores de edad no beban.
Profeco recomienda que evites tomar café si padeces de insomnio, migrañas, ansiedad o reflujo gástrico, ya que podría propiciar que te sientas peor.