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Café de Tacuba: La historia del candidato que fue asesinado en su mesa mientras comía helado

En la década de los 30, un político veracruzano estaba cenando en Café de Tacuba, cuando un hombre entró al lugar y le disparó en la mesa.

Manlio Fabio Altamirano, gobernador electo de Veracruz, fue asesinado en Café de Tacuba en la década de los 30. (Foto: INAH / www.cafedetacuba.com.mx).

A través del tiempo, restaurantes antiguos en la Ciudad de México, cuya edad ronda el siglo de existencia, han visto pasar todo tipo de sucesos. Como lo que aconteció en días pasados en La Polar, un lugar de birria fundado hace 89 años donde murió un hombre tras ser golpeado por empleados con quienes tuvo una discusión; o bien, en Café de Tacuba, donde un político fue asesinado hace varios años mientras comía el postre.

En 1912 un establecimiento fue inaugurado en el número 28 de la calle de Tacuba, por Dionisio Mollinedo en una casona del siglo XVII decorada con talaveras. Tomó el nombre de la calle y desde hace poco más de 110 años se le conoce como Café de Tacuba.

Su menú consistía en atoles afrutados, postres, pan y café, el cual luego se amplió a su especialidad de enchiladas suizas, lengua de res a la vinagreta o Vizcaína, tostadas, panuchos, sesos empanizados, machitos, manitas de cerdo, pozole, cecina y la clásica vitrina de pan que atrae miradas de transeúntes.

Acerca de este establecimiento se han dicho muchas leyendas. Según explica el cronista Héctor de Mauleón en el libro Centro Histórico: 200 lugares imprescindibles, una de ellas es la supuesta aparición del fantasma de una monja que los meseros afirman ver con frecuencia; también en 1922 ahí fue la recepción de la boda de Diego Rivera y Guadalupe Marín, aunque en realidad se casaron en Guadalajara; o bien que ahí Agustín Lara compuso ‘Señora Tentación’, para la esposa de Mollinedo.

Más allá de la voz popular, lo que sí pasó en una de sus mesas fue el homicidio de Manlio Fabio Altamirano Flores, candidato a gobernador de Veracruz.

El asesinato en Café de Tacuba

Para la década de los años 30, Café de Tacuba era uno de los establecimientos preferidos por las élites de la época y el 25 de junio de 1936 el político Manlio Fabio Altamirano Flores encontró ahí su ‘última cena’.


Altamirano nació en Xalapa, Veracruz el 12 de octubre de 1892, era miembro del Partido Nacional Revolucionario (PNR), hoy el Partido Revolucionario Institucional (PRI), era conocido por ser anti clero y de ideas radicales.

Para 1936, a sus casi 44 años, era candidato a gobernador de Veracruz y tenía por costumbre cenar a diario en Café Tacuba, en la misma mesa frente a la primera puerta del restaurante.

Aquel 25 de junio acudió a Café de Tacuba en compañía de su esposa Berta B. de Altamirano, ya habían terminado su cena y estaban comiendo un helado.

De pronto entró un hombre, directamente hacia su mesa, lo acribilló en su silla con varios disparos de un arma automática calibre 38, luego huyó por las calles aledañas en un automóvil de alquiler.

Según Luis Bernal Tavares en el libro Vicente Lombardo Toledano y Miguel Alemán, el asesino fue un desconocido de quien nunca se descubrieron sus verdaderos móviles, aunque tras dicho suceso fueron interrumpidas las elecciones para gobernador.

¿Quién mató a Manlio Fabio Altamirano?

Mucho se especuló sobre quién fue el autor intelectual, a través de los años se mencionó a los miembros conservadores del gobierno veracruzano e incluso a los partidarios de Miguel Alemán Valdés, quien finalmente fue electo como gobernador de Veracruz en 1936.

También hay otras versiones: Ricardo Pérez Montfort señala en el libro Lázaro Cárdenas. Un mexicano del siglo XX que fue asesinado por los esbirros de un cacique de la región de Noalinco, cerca de Xalapa, llamado Manuel Parra Mata, ya que su llegada al poder representaba una amenaza para quienes aún no habían sido afectados por las distribuciones agrarias de Lázaro Cárdenas.

Su muerte fue atribuida a la organización paramilitar La Mano Negra, un grupo de sicarios que prestaba sus servicios a diversos caciques y empresarios de Veracruz. Según Pérez Montfort, esta organización se había constituido con oponentes del agrarismo.

Altamirano fue enterrado en el Panteón de Dolores de la Ciudad de México. Era cercano a Álvaro Obregón, de hecho, apoyó su reelección.

Curiosamente, Obregón también fue asesinado en un restaurante, uno de San Ángel, al sur de la Ciudad de México, llamado La Bombilla, el cual hoy ya no existe y en su lugar hay un parque con ese nombre.

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