Pepperoni, champiñones, piña, salchicha, salsa pomodoro y sobre todo mucho queso son parte del universo de posibles sabores que puede extenderse por la masa de una pizza, uno de los platillos más consumidos en el planeta, destaca por su versatilidad y hasta tiene un Día Mundial que la celebra cada 9 de febrero, ¿pero podrías comerla todos los días?
Se remonta a Nápoles, Italia, hay registros de que tomó su forma actual en el siglo XIX, cuando se le agregó un ingrediente mexicano: el jitomate. Se comía originalmente en los puertos y entre sus ingredientes había manteca, queso, tomates o pescados pequeños.
Fue tanta su popularidad, que este platillo extendió su masa por el mundo, con variantes regionales además de la clásica napolitana: argentina, estilo Chicago, romana y hasta se ha buscado una versión mexicana. Al hacerse masiva también vivió un cambio como comida fast food, lo cual influye en sus propiedades nutrimentales.
¿Qué tan sano es comer pizza?
Joshua Serrano, fundador de la Asociación Mexicana de Pizza, explicó en una entrevista a El Financiero que para saber qué tan saludable puede ser este alimento hay que considerar la masa y los ingredientes.
Masa
- Pizza con masa reposada: una pizza al estilo de Nápoles, por ejemplo, requiere de 24 horas de reposo, es tierna, ligera, sus orillas altas que se inflan al calor del horno y adquiere un sabor ahumado por la leña.
- Pizza de cadena la mayoría tiene una logística más apresurada, no se le da el tiempo de reposo, por lo que la masa es muy pesada, “eso lo convierte en una comida chatarra, porque realmente la pizza es uno de los alimentos más completos”.
Calidad de los ingredientes
Cualquier ingrediente es posible en una pizza, lo cual marca la diferencia, por ejemplo, una pizza Margarita (solo con salsa pomodoro, queso mozzarella, aceite de oliva y albahaca) no será lo mismo que una que incorpora más de seis ingredientes.
¿Qué pasa si como demasiada pizza?
De acuerdo con el portal especializado Eat this, not that, la pizza puede incorporarse a una dieta saludable cuando se sirve de forma adecuada, sin embargo, es fácil excederse cuando se trata de fast food.
Subir de peso
Una pizza puede tener demasiados carbohidratos y grasas, mientras que no suele contener mucha fibra, a menos que su masa sea especial.
Por sus características, es más complejo llegar a un punto de saciedad, “sin nada en la pizza que te haga sentir saciado -como alimentos ricos en fibra y proteínas magras-, es probable que comas más de la cuenta porque tu cuerpo no reconocerá que está lleno”, describe Eat this, not that.
Padecimientos del corazón
Según el tipo de ingredientes que se coloquen en una pizza (y su cantidad), este plato podría tener un alto contenido de grasas saturadas, como pasa si se agregan demasiados alimentos como las carnes rojas y el queso, lo cual incrementa el riesgo de tener padecimientos del corazón.
¿Piel con acné?
En México suena una canción llamada ‘Señorita cara de pizza’, una frase usada en algunos contextos para referir a los efectos negativos en la piel.
Sobre el cuidado de la piel y el tratamiento del acné abundan consejos contradictorios: ¿hay relación con la alimentación?
La Academia Americana de Dermatología (AAD) explica que no hay datos suficientes para saber si los cambios en la dieta influyen en el tratamiento del acné; sin embargo, en Eat this, not that citan un estudio del Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, el cual considera que hay una relación entre el consumo de carbohidratos con el empeoramiento del acné:
“Uno de los feos efectos secundarios de comer pizza puede aparecer en nuestra cara. Aunque The Atlantic desmintió el mito de que la pizza produce acné debido a su grasa, hay otros elementos en esa porción que no le hacen ningún favor a tus problemas dermatológicos. Los alimentos con alto contenido en azúcar y elevado índice glucémico pueden provocar casos graves de acné”, agrega dicho portal.
Riesgo de cáncer
Hay ciertos ingredientes usuales en la pizza que pueden aumentar el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer: en particular los embutidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no abusar de la carne roja ni de la procesada (como los embutidos) porque se ha relacionado un alto consumo con la posibilidad de cáncer de colon.
Un adulto sano no debe sobrepasar la cantidad de 25 gramos diarios de carnes procesadas o embutidos. En tanto, de acuerdo con un artículo de Harvard School of Public Health, en las investigaciones no está claro qué cantidad de carne procesada es segura y si el tipo de carne procesada marca la diferencia.
Demasiado consumo de sodio
La OMS sugiere disminuir la ingesta de sodio para reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los niveles recomendados de sodio se pueden exceder con facilidad en ciertas preparaciones. La Asociación Americana del Corazón recomienda no consumir más de mil 500 miligramos de sodio al día para evitar el riesgo de accidentes cerebrovasculares. También hay estudios que lo relacionan con hipertensión.
Según Eat this, not that, una porción de pizza puede tener entre 600 y mil 500 miligramos de sodio, “acompáñela de una gran ensalada para evitar este desagradable efecto secundario del consumo de sodio”, dice Eat this, not that.