¿Ya fuiste por tu ceniza? Este miércoles dio inicio la Cuaresma 2023, una época en el que algunas personas pertenecientes a la religión católica se comienzan a preparar espiritualmente para recibir la temporada de Pascua.
Cada año, el período de la Cuaresma inicia el Miércoles de Ceniza y termina el Viernes Santo, tiene una duración de 40 días, alrededor de seis semanas, y durante este tiempo hay personas que practican abstinencia de carne y ayuno ciertos días, por lo que comienza el reinado de los platillos sin carne y los favoritos son pescados y mariscos.
Si eres de los creyentes que visitarán la Viga u otros mercados para comprar pescado, te explicamos algunos de los aspectos que deberás buscar para verificar que el ingrediente esté fresco.
¿Cómo saber si el pescado está fresco?
El pescado es un ingrediente que puede utilizarse para un sinfín de platillos. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) se trata de un elemento lleno de proteínas y nutrientes necesarios para una dieta balanceada.
La FDA hace hincapié en que es importante la frescura del pescado para evitar una intoxicación alimentaria. Hay algunos aspectos a considerar al momento de hacer tu compra:
- Olor: debe ser fresco, no agrio o similar al amoníaco. En un artículo, la Profeco se señala que la especie que se elija no debe generar un aroma fuerte sino uno natural a mar.
- Vísceras: pide que el pescado no contenga vísceras, ya que pueden contaminar el producto.
- Color: si bien no es una característica que determina por completo su frescura, ayuda para saber si el pescado se encuentra en buen estado. Este debe de mostrarse con tonos fuertes y vivos, no grises o amarillentos.
- Aspecto brillante: según una publicación de la Revista del Consumidor (marzo, 2020), uno de los factores clave para saber su calidad.
- Escamas: revisa que estén bien adheridas,
- Ojos del pescado: deben de estar brillantes, salientes, firmes, transparentes
- Agallas: tendrían que ser de color rosado o rojizo.
- Carne: En el caso del pescado entero debe de tener carne firme (que no se hunda al oprimirla) y branquias rojas sin olor; los filetes frescos deben de ser firmes y contar con líneas rojas de sangre, revisa que no muestren decoloración y tengan sus orillas sin secar.
- Refrigeración: elige sitios que lo mantengan refrigerado o lo expongan sobre un bloque de hielo, preferiblemente con algún tipo de cobertura.
Para el caso de los pescados que se venden en los supermercados y están congelados, asegúrate de que no estén abiertos, ni tengan indicios de estar recongelados, además, que la carne esté firme y no aguada.
De preferencia, adquiérelo el mismo día que se va a consumir para aprovechar su frescura, pero si compras congelados no los descongeles a temperatura ambiente porque podrían exponerse a bacterias, hay que pasarlo del congelador al refrigerador y ya no se puede volver a congelar.
Por el lado de los mariscos, la carne de los camarones, langostas y ostiones debe de presentarse de color blanco y con ningún tipo de olor.
¿Qué pasa si como pescado en mal estado?
Existen varios padecimientos que pueden surgir por intoxicarse con alimentos en mal estado. En el caso del pescado, existen malestares muy específicos que si no son tratados pueden llegar incluso hasta la muerte.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) explican que comer este alimento que no ha sido refrigerado de manera adecuada puede provocar escombroide, un tipo de infección que se desarrolla a las pocas horas.
Algunos de los síntomas que produce este tipo de intoxicación son:
- Dolor de cabeza.
- Palpitaciones rápidas del corazón.
- Calambres.
- Visión borrosa.
- Diarrea.