‘Chela’, cafecito, ‘chesco’, leche, aguas, jugos... Hay todo tipo de bebidas que nos acompañan en el desayuno, comida, cena o simplemente por puro placer, sin embargo, el consumo cotidiano de algunas pueden causar daños a los riñones, el corazón o el hígado, ¿pero cuál es la peor de todas para el cuerpo?
La única bebida totalmente esencial y segura para el cuerpo es el agua simple, consumida durante millones de años para reponer al cuerpo todo los líquidos que pierde.
De acuerdo con Harvard T.H. Chan School of Public Health, con la domesticación de los animales los humanos empezaron a consumir leche, luego cerveza, vino, café y té, por puro gusto; también están las “recién llegadas”: bebidas azucaradas (refrescos, bebidas deportivas y energéticas).
¿Cuáles son las bebidas más dañinas?
Aunque el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud, Harvard considera que con moderación puede ser saludable para la mayoría de las personas, salvo algunos grupos, solo debe limitarse, al igual que la leche y los jugos de fruta.
En cambio, dicho sitio especializado en salud señala que las azucaradas están al fondo de la lista de bebidas saludables y deben evitarse, en especial refrescos, bebidas deportivas y energéticas, “ofrecen hidratación pero con una gran dosis de calorías innecesarias que el cuerpo puede tener dificultades para regular”.
Este grupo se refiere a cualquiera con azúcar agregada u otros edulcorantes (jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, sacarosa, concentrados de jugo de frutas y más), un alto consumo se ha asociado con mayor es el riesgo de muerte prematura y padecimientos como:
- Aumento de peso: según Harvard, si se bebe solo una lata promedio de bebidas azucaradas todos los días y no se reducen las calorías en ningún otro lugar, una persona puede subir poco más de dos kilos en un año.
- Obesidad: la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) advierte que el consumo excesivo de bebidas saborizadas te vuelve propenso a esta condición, “puede desequilibrar tu dieta considerablemente”.
- Diabetes tipo 2: Harvard apunta que si se consumen 1 o 2 latas al día aumentan las probabilidades de padecer esta enfermedad crónica.
- Gota: Hay estudios en los que se relaciona el consumo de una lata al día con este tipo de artritis que provoca dolores agudos en las articulaciones.
Refrescos
Los refrescos no tienen ningún nutriente, su consumo diario es cada vez más cotidiano, incluso algunas personas reemplazan con estas bebidas el agua simple.
Se ha asociado su consumo con diversos padecimientos como enfermedades cardiacas (la principal causa de ataques al corazón), además de daño a los riñones.
De hecho, los refrescos son lo más dañino para la salud de los riñones, en especial el de cola, por su alto contenido de azúcar que puede afectar los vasos sanguíneos de los órganos y el ácido fosfórico que debilita los huesos.
Bebidas deportivas
Aquí hay que precisar algo: para quienes no hacen ejercicio de alta intensidad, las bebidas deportivas son solo bebidas azucaradas.
Según Harvard, este tipo de alimentos buscan:
- Reponer la glucosa, los líquidos y los electrolitos perdidos luego de ejercios de una hora o más.
- Tienen carbohidratos en forma de azúcar o edulcorantes (que no se recomiendan en niños según Profeco)
- Pensada para permitir una rápida hidratación y absorción.
Dicho sitio explica que las investigaciones no son concluyentes, pero algunos estudios explican que las bebidas deportivas no tienen beneficios en realidad, suelen ser innecesarias en niños, aunque para atletas que sudan mucho pueden ser efectivas para hidratarse.
Este tipo de preparaciones tienen menos azúcares que un refresco, pero tomar demasiadas, en especial si no se hace mucho ejercicio, puede provocar:
- Riesgo de sobrepeso y obesidad
- Diabetes de tipo 2
- Enfermedades cardiovasculares
- Gota
- Caries
Bebidas energéticas
Este tipo de preparaciones son una combinación de cafeína y mucha azúcar, algunas suman ginseng y guaraná, mezcla que proporciona un estado de alerta en el cuerpo.
Además de todos los riesgos que tienen las bebidas azucaradas, las energizantes preocupan por la falta de regulación y la publicidad agresiva hacia menores de edad, explica Harvard. Hay estudios en los que se asocia su consumo con:
- Aumento del estrés
- Comportamientos agresivos
- Abuso de alcohol/cigarrillos
- Mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2
- Mala calidad del sueño
- Irritación estomacal
- Mala salud mental
- Problemas cardiacos (aumento de presión arterial, latidos cardíacos irregulares, convulsiones o paro cardíaco).
- Problemas metabólicos, renales o dentales.