La frase ‘¡Jarritos, qué buenos son!’ ha sonado en las mesas mexicanas desde la década de los 50, cuando comenzó a sonar ese ‘jingle’ que promocionaba a un nuevo refresco, incluso se tradujo en otros países como ‘Super good’ cuando se exportó a finales de los 80.
En su edición de mayo de 2023, la Revista del Consumidor publica un estudio en el cual la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ‘reprobó' a varios refrescos, uno de ellos fue Jarritos, precisamente por esa frase de hace varias décadas debido a que no se comprueba al consumidor ni es clara en decir para qué son buenos. Así que el titular de la dependencia Ricardo Sheffield afirmó que deberá retirarse para seguir en a la venta.
Las llamadas gaseosas se popularizaron primero en Estados Unidos en el siglo XIX y luego extendieron sus burbujas hasta México, donde comenzó la industria refresquera a finales del siglo XIX con empresas como La Montañesa, fundada en 1886.
En este país, donde se acostumbraban las aguas frescas, los refrescos se popularizaron en las primeras décadas del siglo XX, comenzaron a venderse en fuentes de sodas, droguerías y boticas, luego en las calles.
Así que cuando Jarritos llegó al mercado ya tenía ganado el burbujeante gusto de los mexicanos. Hoy hasta tienen su colaboración de tenis con Nike.
¿Cómo nació Jarritos?
La historia de Jarritos comenzó en un comedor de Guadalajara, Jalisco lleno de diarios y vasos de precipitados, donde Francisco ‘El Güero’ Hill, quien era químico de profesión, experimentaba con sabores y agua carbonatada.
En una de sus pruebas nació una mezcla carbonatada con café, aunque en aquel entonces no se acostumbraba tomar café frío, por ello optó por otros sabores frutales inspirados en las aguas frescas. Así nació el primer ‘chesco’ de la marca, fue de tamarindo y lo llamó Jarritos.
Según su sitio web, Hill pronto se dio cuenta de que los sabores cítricos, de colores brillantes eran llamativos y fue sumando más ediciones hasta llegar a ser 13, con opciones como jamaica, guayaba y mango, además del clásico de mandarina, que se obtiene de un ‘lugar secreto’ de Yucatán.
A los 10 años de su fundación, las bebidas de esta empresa ya se vendían en todo el país y comenzaron a exportar a Estados Unidos en 1988.
¿Por qué se llaman Jarritos?
El nombre ‘Jarritos’ se debe a que las aguas de sabores de antaño se servían en jarras de barro para mantenerlas frescas por más tiempo.
Las primeras botellas de este refresco no tenían etiquetas, dice su sitio web, “la gente simplemente sabía qué sabor era por el color”.
Cuando se incorporó el logotipo, se colocó en éste tres jarritos marrón con verde, en su interior destacaron los colores más populares: mandarina y lima.
¿Quién es el dueño de Jarritos?
Aunque fue creada por Francisco ‘El Güero’ Hill Ávalos, desde 1983 el refresco es elaborado por la Embotelladora Mexicana S.A. de C.V., que forma parte del Consorcio Aga, empresa fundada por Abelardo García Arce en 1931. Se distribuye a nivel internacional con subsidiaria Novamex en Estados Unidos. “El capital accionario es 100% mexicano”, afirma su sitio web.
Según el documental América x América de Netflix, en la década de los 50 el empresario de Jarritos, Isaac Bessudo Pérez, fue dueño de Club América, entonces eran llamados ‘Canarios’. Luego de no lograr levantar los números del equipo, decidió venderlo en 1959 a Emilio Azcárraga Milmo, por 425 mil pesos mexicanos.