Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán conoció a su tercera esposa, Emma Coronel, en un baile cerca de su pueblo La Angostura, Durango. Ella tenía 17 años y el líder del Cártel de Sinaloa rondaba los 50. Según comentó el capo en una ocasión, la razón que lo enamoró fueron unas enchiladas que ella le preparó.
Emma Coronel se casó con Guzmán el 2 de julio de 2007, cuando ya tenía 18 años. Durante años llevó una vida de lujos, pero en junio de 2021 se declaró culpable de cargos sobre conspiración de drogas y lavado de dinero en una corte de Washington D.C.
La esposa del ‘Chapo’ fue sentenciada a 36 meses de prisión y este martes el vocero del Federal Medical Center (FMC) Carswell, Donald Murphy informó que ya fue reubicada el pasado 30 de mayo a una casa de transición para reos para cumplir las últimas semanas de su sentencia.
¿Cómo conoce ‘El Chapo’ a Emma Coronel?
Hace unos años, antes de su arresto, Coronel se reunió con la periodista Anabel Hernández en un restaurante de mariscos, donde habló sobre su vida con ‘El Chapo’.
En Emma y las otras señoras del narco, Hernández plasma lo que le contó la esposa del narcotraficante, quien fue reina de la Feria del Café y la Guayaba 2006 poco después de conocerlo.
En ese entonces, Emma estaba en un baile y un hombre se le acercó para decirle: “Dice ese señor que si quieres bailar con él”, estaba señalando a ‘El Chapo’.
“Sí, claro que sí”, contestó ella, “en los ranchos, aunque uno tenga novio, tiende a bailar con todas las personas que te invitan. Yo no sabía que él era la persona que decían, yo lo confundía con otra persona; supusimos que era otra persona, yo nunca ponía atención en las noticias.”
Luego de ese día siguieron viéndose y él iba a su casa: “Yo digo que lo que me conquistó de él fue su plática, la forma de tratarme. La forma en la que nos empezamos a llevar, que primero fue como amigos. No me llevó grandes regalos ni grandes cosas, sino que él se gana a las personas por su forma de ser; por cómo trata a las personas en general”.
Para él, la conquista llegó por el estómago. “Con un fuertísimo apego materno, sin duda su lazo emocional más importante, quizá El Chapo buscaba alguna referencia de ella en las mujeres que conocía”, comenta Anabel Hernández en su libro Los señores del narco.
Las enchiladas de Emma Coronel
Según Emma y las otras señoras del narco, en una ocasión ‘El Chapo’ dijo que Coronel no lo había conquistado solo por su juventud y belleza, sino por las enchiladas que una vez cocinó para él porque se parecían a las que hacía su mamá.
The New York Times relata que en enero de 2019, durante el proceso contra Guzmán Loera en la Corte Federal de Distrito en Brooklyn, se mostró una cadena de mensajes entre ambos.
En esos textos hablaban de sus hijas gemelas, después sobre si los lugartenientes del cártel habían sido acribillados en una balacera y en otro él le decía que se había enamorado después de probar sus enchiladas.
Además, en una declaración de ese juicio, un trabajador del capo, Alex Cifuentes, contó que cuando ‘El Chapo’ estaba escondido recibía a diferentes socios del narco, familiares y mujeres, entre ellas Emma, a quien el capo le pedía que le cocinara enchiladas suizas, informó la BBC en enero de 2019.
Al respecto, en una entrevista realizada por Jesús Esquivel a Coronel en febrero de 2019, publicada en Proceso, ella comentó:
“No sé hacer enchiladas”, comentó entre risas Emma, “no sé cocinar... pero me considero una persona normal, como cualquier persona que tiene su esposo, que tiene sus hijos, que tiene su casa, que lleva a sus hijos a la escuela, que va al gym, que va al súper, que va a la farmacia. Todo normal, lo que yo veo en todas las mujeres normales. Eso es lo que yo soy.”
La comida favorita del ‘Chapo’ Guzmán
Joaquín Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua en julio de 2019, después del juicio en Nueva York, donde fue declarado culpable por 10 delitos, entre ellos, asociación delictiva para traficar drogas.
Un mes antes, en junio de 2019, su madre Consuelo Loera pidió visitarlo para llevarle su comida favorita: enchiladas, explicaba el diario británico The Independent. Ella y sus hijas habían recibido una visa humanitaria para visitarlo.
El gusto del capo por las enchiladas lo llevó a ‘enamorarse’ años antes de Emma, en el 2000, cuando estuvo en la cárcel de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco y conoció a Yves Eréndira Moreno, ella tenía 38 años y fue cocinera en uno de los módulos.
“Decía haberse enamorado porque cocinaba unas enchiladas iguales a las de su madre”, escribe Anabel Hernández en Emma y las otras señoras del narco.
Los detalles los relata la periodista en un libro previo, Los señores del Narco, donde explica que cuando Yves ya no trabajaba en el penal la llamó para que le mandara comida al penal en noviembre del 2000:
“El Chapo tenía un gran apego y nostalgia por su madre... Ella le preparó unas enchiladas y El Chito pasó a recogerlas para llevárselas a su jefe. Cuando se las comió, el narcotraficante le llamó a la mujer para agradecerle el platillo ‘Así las preparaba antes mi mamá’, le dijo emocionado El Chapo en la frontera entre lo cursi y lo ridículo”, narra Anabel Hernández.