Luego de una noche de fiesta y diversión llegan las quejas tras la ‘cruda’, en donde una de las más comunes son las lagunas mentales, lo que se explica debido a los efectos secundarios tras el consumo de un exceso de bebidas alcohólicas que se pueden generar en órganos del cuerpo como el cerebro, cuyas funciones llegan a verse deterioradas e incluso derivar en otros padecimientos que dañan tu salud.
En el marco del Día Mundial del Cerebro, que la Federación Mundial de Neurología conmemora el 22 de julio, la Fundación de Investigaciones Sociales (FISAC) explicó los problemas que el alcohol te puede causar en su búsqueda de promover la responsabilidad en su ingesta.
Los padecimientos en el cerebro por el exceso de alcohol
Las bebidas –como las cervezas o destilados– tienen un efecto depresor del sistema nervioso central debido a que el etanol debilita las funciones del cerebro al inhibir el lóbulo frontal, que tiene como consecuencia la alteración del juicio y el lenguaje. Es por ello que en ocasiones perdemos la capacidad de darnos a entender.
Además, entre más se ingiera, más se incapacita al cerebro límbico, lo que nos provoca una dificultad para responder a estímulos, así como también afecta a la orientación y el control de nuestro propio cuerpo y las emociones. ¿Te suena familiar una caída?
También llega a alterar funciones básicas como la frecuencia cardiaca, la respiración y la coordinación del músculo esquelético con síntomas que conllevan a otros padecimientos como las populares lagunas mentales, que ocurren cuando se bloquean temporalmente los recuerdos de la memoria a corto plazo a la de largo plazo.
¿Te has preguntado por qué sientes calor? Otras áreas del cerebro que se reprimen es el control de la temperatura. No solo se pueden desarrollar enfermedades graves como la cirrosis (que daña principalmente al hígado y es una de las más conocidas), ya que si no hay cuidado se podría exponer a un daño cerebral.
El órgano puede asociar la necesidad de tomar este tipo de líquido repetidamente, lo que se afrontaría como una adicción. Quienes la padecen no pueden controlar su consumo o las cantidades.
Las recomendaciones para la salud del cerebro
Además de evitar altos grados de alcohol, se recomienda mantener el cuidado del órgano al mantenerlo activo para evitar que envejezca, lo que puede hacerse al tener una alimentación saludable gracias a las frutas y verduras, así como evitar el exceso de grasas, embutidos, refrescos, azúcar y sal, así como acostumbrarse a tomar agua simple.
Realizar 30 minutos diarios de ejercicio, dormir adecuadamente y procurar la estimulación cognitiva (con actividades como la lectura o aprendizajes constantes) son igual de importantes. No está de más recordar que en la medida de lo posible hay que evitar golpes en la zona de la cabeza.