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La historia de Nevería Roxy en CDMX, una de las 100 más icónicas del mundo, según Taste Atlas

Taste Atlas menciona una nevería mexicana entre su listado de los 100 helados más icónicos de todo el planeta: Nieves Roxy, con 77 años de historia.

Nevería Roxy, de la década de los 40, es una de las más icónicas del mundo. (Fotoarte: Andrea López Trejo | El Financiero).

Las calles de la Ciudad de México tienen en su historia lugares con sabores de antaño, desde expendios de café, cafeterías, panaderías y heladerías que se acercan al siglo de existencia, una de las cuales es considerada entre las más emblemáticas en todo el planeta.

Este 21 de julio, la guía culinaria Taste Atlas reveló un listado de los 100 helados más icónicos del mundo, entre las gelaterías y heladerías destacadas se menciona a una de México: el helado de mamey de Nieves Roxy, negocio fundado en 1946 en la colonia Condesa (CDMX).

“Los postres helados, en sus múltiples formas, son un lenguaje universal del placer”, describe en dicha publicación la guía que también destaca en sus diversos rankings a carnitas, tacos, quesos y más.

Según Taste Atlas, su listado incluye a “establecimientos que han perfeccionado su oficio a veces incluso durante más de un siglo, sirviendo sabores consagrados”.


Nevería Roxy está al lado de otros establecimientos históricos en Italia, como Gelateria Fassi, creada en Roma en 1880, o Gelateria Pepino, inaugurada en 1884 en Turín.

La Ciudad de México es un lugar donde la tradición de neveros viene desde la época en la que se bajaba el hielo para hacer helados de montañas como el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl con la ayuda de burros que los cargaban desde la madrugada.

Hay neverías del siglo pasado que han desaparecido, como La Bella Italia que existió en la colonia Roma en 1922 y cerró en 2020, pero también quedan otras como La Especial de París (1921), Mi Juanita (1926), Chiandoni (1939) y Roxy.

¿Cuál es la historia de Nevería Roxy?

Según Taste Atlas, Nevería Roxy es “uno de los destinos más antiguos de la ciudad en lo que a dulces se refiere... El helado de mamey tiene un sabor distintivo, dulce, cremoso y ligeramente a nuez”.

La nevería celebró en Instagram su mención en el listado: “Gracias a todos por hacernos una nevería reconocida a nivel mundial. Que siga la tradición que comenzó en 1946″.

Su historia se remonta incluso a más atrás en el tiempo, al Jalisco de la década de los 40: Carlos Gallardo tenía en sus recuerdos una nieve de limón de color blanco que comía en la Barca, en ese estado; así que comenzó a vender helados en pórtico del Cine Roxy, en Guadalajara, de ahí el nombre.

Ya en 1946, Carlos llevó sus sabores a la colonia Condesa de la Ciudad de México, con la apertura de una fuente de sodas al estilo estadounidense, sitios donde se popularizaron los refrescos.

Era un trabajo en equipo: mientras Carlos se encargaba de la barra, su esposa María Luisa Rubio elaboraba nieves, helados, y mermeladas.

Su historia de amor y sabores helados sigue como un negocio familiar en la actualidad, sus descendientes tienen seis sucursales, aunque la clásica siempre será la de la Condesa.

El concepto es retro, con sabores de tradición, saborear sus helados fácilmente puede rememorar décadas pasadas, casi como en una escena de la cinta ochentera Volver al futuro.

Además de mamey, tienen sabores para viajar a la infancia como arroz con leche, chocolate, vainilla, turrón, tuna, lima, guanábana; también malteadas, flotantes y más.

  • ¿Dónde? Fernando Montes de Oca 89, Colonia Condesa, Cuauhtémoc, 06140 Ciudad de México, CDMX
  • ¿Cuánto? De 30 a 50 pesos.


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