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¿Qué pasa si tomo una cucharadita de aceite de coco todos los días en ayunas?

El aceite de coco en ayunas se ha vuelto una tendencia en redes sociales, las personas creen que las ayudará a bajar de peso, ¿pero qué tanto se ha comprobado?

El aceite de coco es un ingrediente controvertido por sus supuestos beneficios y efectos secundarios. (Foto: Especial).

En redes sociales se viralizan fácilmente remedios caseros que prometen maravillas al consumirse en ayunas o antes de dormir, como agua con limón, jamaica sin azúcar o aceite de oliva con limón. Uno de los que causa curiosidad en algunos (y náuseas en otros) es el comer una cucharada de aceite de coco en las mañanas para obtener efectos como bajar de peso.

¿Qué es y para qué sirve el aceite de coco?

Este aceite sale de la pulpa de los cocos, la cual es prensada o extraída en frío. Cuando está a temperatura ambiente es una sustancia sólida y blanca, similar en textura a la manteca; al calentarse se vuelve transparente.

Este aceite vegetal que deriva del coco se ha vuelto bastante popular en la cocina como ingrediente para el cabello y la piel, con fines cosméticos, también se promueve como una opción más saludable para ingerir.

Se ha incorporado como un remedio en ayunas, en especial en TikTok, donde comenzó a circular la tendencia de comer una cucharada para adelgazar rápidamente.


Así que se observan decenas de videos en los que las personas hacen gestos y tratan de contener hasta la respiración para pasarse esa cucharada de la sustancia sólida y blanca.

De acuerdo con Healthline, se habla de supuestos beneficios del aceite de coco para la salud: pérdida de peso, piel y un cabello más sanos y un aumento del metabolismo, sin embargo, “existen pocas investigaciones que demuestren estas afirmaciones”.

Beneficios del aceite de coco

Web MD explica que hay dos tipos: aceite de copra y aceite de coco virgen, ambos con un contenido similar de ácidos grasos, aunque el segundo tiene más nutrientes como la vitamina E y polifenoles (con propiedades antioxidantes).

De acuerdo con Healthline, pese a que proviene de una planta, el de coco tiene un alto contenido de grasas saturadas en comparación con otros aceites vegetales, además, los estudios que se han hecho con contradictorios.

Por ejemplo, hay investigaciones en las que se sugiere que es benéfico para el corazón porque aumenta el colesterol bueno, pero otros afirman que en realidad eleva los niveles del malo.

El aceite de coco puede consumirse al igual que otras grasas o aceites, es hasta cierto punto nutritivo, pero el exceso afecta al cuerpo y en realidad hay opciones más saludables.

El aceite de coco es tan saludable como la manteca

En un artículo de UNAM Global, Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología en la FES Zaragoza, explica que lo que distingue a los aceites es el tipo de lípidos o grasas que contienen, lo cual define su consistencia.

En este sentido, la especialista dice que lo más saludable son los aceites (estado líquido), seguidas en menor medida por las margarinas (sólidos o menos líquidos a temperatura ambiente) y al final de la lista están las mantecas y mantequillas (provenientes de animales y con más grasas saturadas).

Según la docente de la UNAM, aunque se promueve como más sano, el aceite de coco no es lo mejor para cocinar, aunque a veces es incluso más costoso:

“Es de los muy poquitos aceites, o grasas vegetales, en los que son más abundantes estos ácidos grasos saturados, como en las grasas de origen animal. En realidad, el aceite de coco no es recomendable para la población en general; desafortunadamente, se ha publicitado que por ser de origen vegetal es mejor, que es más saludable, que es benéfico; pero no es el caso. Si lo sometemos, además, a altas temperaturas cuando lo usamos para cocinar, da lo mismo que usar una manteca de origen animal”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a:

  • Grasas saturadas: en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo.
  • Grasas trans de todos los tipos, en especial las producidas industrialmente (pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables).
  • Grasas trans de rumiantes: presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes tales como vacas, ovejas, cabras y camellos.

¿Sirve tomar aceite de coco en ayunas para adelgazar?

Según Web MD, este argumento de que el aceite de coco es un auxiliar para bajar de peso viene de su alto contenido de ácido láurico, la cantidad más alta conocida en una fuente natural.

Se ha investigado que, al viajar al hígado, este ácido láurico se convierte en energía en lugar de almacenarse en el cuerpo como grasa, lo que podría ayudar a adelgazar, no obstante, esto no se ha comprobado del todo. Web MD dice que “se necesita más información para confirmar que el aceite de coco contribuye específicamente a la pérdida de peso y mejora el metabolismo”.

Una cucharada de aceite de coco todas las mañanas podría estar sumando más grasas saturadas innecesariamente, una sola cucharada de 14 gramos tiene alrededor de 117 calorías, además de que quienes lo ingieren como remedio comen incluso más porciones.

¿Cómo consumir aceite de coco?

Tampoco existen pruebas de que consumirlo en ayunas maximice ningún potencial beneficio, esta práctica suele considerarse como una manera para maximizar los potenciales beneficios de un ingrediente, pero usualmente no hace la diferencia, como en este caso.

Healthline sugiere no exceder dos cucharadas al día y en todo caso emplearlo para cocinar como cualquier otro aceite: “ten en cuenta que esto deja poco espacio para otras fuentes de grasas saturadas, como la mantequilla o la manteca”.

Dicho sitio de salud reitera que no se han confirmado sus cualidades para bajar de peso, ni hay investigaciones con las que se pueda sugerir una dosis estándar para tratar temas particulares de salud.

Los especialistas recomiendan limitar el consumo y es más recomendable consumir otras grasas insaturadas como frutos secos, semillas, aceite de oliva virgen extra y aguacates.

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