¿Mejor que se quede en la ofrenda? El pan de muerto es un alimento que abunda a lo largo de octubre y principios de noviembre que puede afectar la salud del organismo por sus valores nutricionales. Te contamos lo que podría suceder si lo comes diario.
En México, una de las celebraciones más reconocidas es el Día de Muertos, en el que las familias rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos por medio de una ofrenda que está decorada con papel picado, flores de cempasúchil, dulces y pan de muerto.
En conversación con la revista UNAM Global, el chef Carlos Ramírez Roure asegura que aparte de decorar las ofrendas, el pan de muerto es un alimento que se consume en varios hogares mexicanos.
¿Por qué el pan de muerto no es saludable?
El pan de muerto es un tipo de pancito dulce que cuenta con su propio universo, cada estado de la República Mexicana tiene una forma distinta de elaborarlo como en Puebla los golletes o en Hidalgo la peluca.
El más popular de todos es el conocido como pan de muerto tradicional, que se elabora por medio de la mezcla de harina refinada con azúcar. Una pieza de 100 gramos de este alimento, de acuerdo con el Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS), aporta alrededor de 417 kilocalorías.
La razón por la cual el pan de muerto no es del todo saludable, al igual que otros tipos de pan de dulce, es porque se compone de altas cantidades de azúcar, grasas saturadas, carbohidratos y una poca cantidad de fibra.
Te contamos algunos de los efectos secundarios de comer pan de muerto de manera excesiva o habitual.
Aumento de peso
Aparte del azúcar con la que se elabora, el pan de muerto tradicional contiene una capa de este ingrediente en su exterior que le da su sabor característico.
En conversación con la Clínica de Cleveland, la especialista Kate Patton aseguró que el consumo de azúcar se asocia con el aumento de peso.
“Una dieta rica en azúcar puede contribuir a la obesidad. Y la obesidad aumenta el riesgo de diabetes, hipertensión arterial y colesterol alto, todo lo cual puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón”, puntualizó la nutrióloga.
Aumenta niveles de hambre
En conversación con El Financiero, la nutrióloga Dania Karenina Gil Orozco aseguró que el pan dulce, en lugar de saciar al organismo, aumenta los niveles de hambre:
“Generalmente (la necesidad de consumir pan) es porque hay un desequilibrio en los niveles de glucosa en el organismo que nos hacen volver a querer comer pan”.
Problemas cardiovasculares
El portal de la Clínica de Cleveland asegura que las dietas con altos niveles de azúcar afectan el funcionamiento del corazón de diferentes maneras, como: aumento en los niveles de colesterol, problemas con la presión sanguínea, elevación en los triglicéridos.
La especialista Dania Karenina Gil Orozco compartió que el pan dulce también tiene altos niveles de grasas saturadas, un compuesto que se asocia con distintos efectos secundarios para la salud.
Según Medline Plus, una plataforma especializada en temas de salud, el consumo excesivo de grasas saturadas provoca un aumento en los niveles de colesterol, problemas arteriales, enfermedades cardíacas, entre otros.
¿Cuándo comer pan de muerto?
A pesar de que hay panaderías que cuentan con pan de muerto todo el año, se suele consumir durante la temporada de Día de Muertos.
De acuerdo con el sitio de Consumer Eroski, lo mejor es mantener un consumo ocasional y moderado del pan de dulce. Esto se debe a que sus ingredientes pueden ocasionar efectos secundarios considerables en la salud del cuerpo.
En general, un mal momento para comer, en general, es antes de dormir. Esto es lo que aseguró la especialista Alexis Supian a la Clínica de Cleveland:
“Cuando comes tarde por la noche, vas en contra del ritmo circadiano de tu cuerpo”, en el caso del pan de muerto, lo mejor podría ser consumirlo en la mañana de manera moderada, ya que en realidad no existe un pan dulce saludable.
“Realmente yo no creo que haya el mejor pan dulce saludable, o sea, no existe esa opción, porque todos o tienen grasas trans o mucho colesterol... más el azúcar y cero fibra”, comenta Dania Karenina Gil Orozco.