Es posible que en algún momento te hayas encontrado con alguna recomendación sobre tomar agua con limón que, más que una bebida refrescante, se ha convertido en el remedio casero casi para todo mal y se promueve tibia o fría, en las mañanas o antes de dormir, ¿pero en verdad hay diferencia la forma en la que la tomas?
Esta mezcla consiste en algo muy sencillo: exprimir un limón en una taza o vaso de agua, para beberlo en ciertos momentos del día.
¿Qué pasa si tomo agua fría con limón?
El agua con limón tiene varios beneficios para el cuerpo, aunque pocas veces se aclara la diferencia del agua fría o caliente. De cualquier modo, sin importar la temperatura, puedes ver estos efectos positivos en tu cuerpo al sumar este hábito a tu rutina:
- Ayuda a que tomes más agua: muchas personas no toman la cantidad que requiere su cuerpo, en especial quienes están habituadas a lo dulce y les cuesta habituarse a las bebidas sin sabor; por ello, agregar limón puede ser una manera amable de incentivarlo.
- Fuente de vitamina C: una pieza de este fruto da el 21% de valor diario de este antioxidante que ayuda a prevenir el estrés oxidativo y fortalece el sistema inmune.
- Es una de las mejores bebidas para los riñones: además de promover que bebas esa agua simple necesaria para el buen funcionamiento de los riñones, se ha estudiado que el citrato de los limones puede ayudar a prevenir los cálculos renales, dice Healthline.
- Buena digestión: según Cleveland Clinic, el ácido cítrico de los limones también se cree que puede estimular los fluidos digestivos y ayudar contra el estreñimiento.
- Control de peso: si reemplazas el refresco, café con leche o jugos por esta bebida con solo seis calorías. Este hábito promueve que bajes de peso en compañía de una alimentación sana y ejercicio.
¿Qué beneficios tiene el limón en agua caliente o tibia?
Control de peso
La principal creencia es que a esta temperatura tibia o caliente ayudar a adelgazar y quemar la grasa en combinación con los supuestos efectos de saciedad del limón. Esto es un mito.
“Se sabe que beber agua aumenta temporalmente el número de calorías quemadas, por lo que puede que sea el agua en sí la que ayude a perder peso, no el limón”, dice Healthline sobre esta mezcla.
Es decir, puede ser una bebida sana para ayudarte a adelgazar, pero por el hábito de tomarla en lugar de otras más calóricas o azucaradas, pero no porque sea un remedio ‘milagroso’.
Relajante
Healthline menciona que tomar agua caliente antes de acostarse es una forma de relajarse después de un día ajetreado y añadir un poco de limón puede ser una forma de hacer que el sabor sea más atractivo:
“Beber agua caliente ayuda a mejorar las funciones del sistema nervioso central, puede que acabes sintiéndote menos ansioso si la bebes”.
Contra la tos
Algunas personas agregan a esa taza un poco de miel, con lo cual adquiere un nuevo propósito del que se sabe un poco más: ayudar durante las enfermedades respiratorias.
Mayo Clinic detalla que la mezcla de agua caliente, limón y miel es una forma en la que se suele aliviar el dolor de garganta, ya que la miel tiene propiedades calmantes, compuestos antibacterianos y antiinflamatorios que ayudan durante enfermedades respiratorias, en especial a los niños (aunque no debe consumirse en menores de 1 año).
Además, Healthline agrega que beber esta infusión también es útil contra los malestares respiratorios porque tiene una buena dosis de vitamina C del limón, que ayuda a reforzar el sistema inmune.
¿Es mejor el agua con limón caliente o fría?
De acuerdo con Cleveland Clinic, en general, hay poca investigación científica sobre los beneficios de beber agua caliente en comparación con la que está a temperatura ambiente o fría, lo mismo sucede con su mezcla con limón.
Medical News Today describe que la temperatura es un tema que se debate mucho en Internet, con estos argumentos: el agua fría es mejor para quemar las calorías y la caliente mejora la digestión, ¿y sí?
Dicho sitio de salud explica que hay pocas investigaciones que apoyen ambas partes: “Es poco probable que la temperatura suponga una diferencia significativa. Una persona puede simplemente elegir la temperatura que prefiera”.
No obstante, puedes ver algunas sutiles diferencias según la forma en que la tomes, lo que sí cabe aclarar es que sus efectos no son más potentes al tomar en ayunas ni antes de dormir:
- Caliente: según Healhtline, algunas personas afirman que con el agua en general a esta temperatura sienten una mejor digestión, alivio en la congestión nasal y relajamiento, pero son fuentes anecdóticas, no hay suficientes estudios.
- Fría: es mejor para rehidratar.
- Antes de comer: puede beneficiar tu digestión.
- En la mañana: puede convertirse en un hábito saludable para iniciar el día hidratado.