Para todo mal, ya no es un tamal ni un mezcal: es cúrcuma. Alrededor del mundo, las personas consumen esta especia de color amarillo brillante como un remedio casero para buscar beneficios en diversas partes del cuerpo, principalmente en el hígado y los riñones.
¿En verdad es tan buena como promete o podría afectarte?
¿Para qué sirve la cúrcuma y cómo se toma?
La cúrcuma es el ingrediente de moda y de novedad, se vende en los mercados como raíz o en polvo, o bien, en tiendas naturistas como suplementos que tienen sus compuestos concentrados.
Durante décadas, esta planta emparentada con el jengibre se ha usado en las cocinas, en platillos como el curry o en infusiones; también de ella se extrae la curcumina que le da su color, un ingrediente activo considerado el responsable de la mayoría de sus potenciales beneficios en el organismo.
Es posible que ya te hayas encontrado con una interminable lista de combinaciones que incluyen cúrcuma, por ejemplo, mezclas con ajo, limón, pimienta, leche (golden milk) o café (golden latte).
En especial, el té de cúrcuma (a veces con jengibre, ajo, limón o pimienta) o la especia en polvo disuelta en agua se encuentran en recomendaciones para ayudar a eliminar los cálculos de los riñones y ‘limpiar’ el hígado.
Antes de que corras a probarlos, te contamos qué tanto se ha estudiado de sus efectos en estos órganos.
¿Qué efecto tiene la cúrcuma en el hígado?
El hígado, encargado de funciones necesarias para la vida como filtrar toxinas o excretar bilis, se ve influido por todo lo que ingieres: mientras que hay bebidas como el café que ayudan a que cumpla con sus tareas, hay otras como el alcohol y el refresco que lo perjudican.
Esto se debe a que en esta parte de su cuerpo se eliminan los desechos de la sangre: este órgano se encarga de descomponer medicamentos, drogas y alcohol. Así que si llevas una alimentación poco equilibrada, podrías sobrecargar a tu hígado.
En medio de este dilema de bebidas, la cúrcuma se ha estudiado por sus posibles beneficios en el hígado, pero sus propiedades tienen muchos ‘podría’.
Todo es solo una posibilidad, ya que muchos estudios se han hecho en animales y analizan en realidad concentrados de curcumina, no tal cual un té de la planta, la cual tiene concentraciones muy bajas de este compuesto.
Podría mejorar la salud del hígado
Según Medical News Today, los antioxidantes de la cúrcuma podrían evitar que las toxinas dañen al hígado, en especial para quienes toman medicamentos fuertes para la diabetes y otros tratamientos prolongados.
Además, American Society for Nutrition explica que los suplementos de cúrcuma y curcumina tienen el potencial de mejorar significativamente los índices de salud del hígado, pero las investigaciones aún no son concluyentes.
Podría proteger contra el daño hepático
La revista BMC Complementary Medicine and Therapies (2016) explica que la curcumina se ha estudiado porque se cree que podría aliviar el daño hepático, incluso se ha utilizado durante siglos para tratar enfermedades del hígado en China.
Según dicha revista, tras un análisis ratas encontraron que el extracto de cúrcuma y la curcumina pueden proteger al hígado de la lesión crónica: “son potenciales agentes antioxidantes terapéuticos para el tratamiento de enfermedades hepáticas”. Falta probarlo en humanos.
El NIH destaca que la cúrcuma se ha evaluado como una terapia potencial para la lesión hepática aguda y crónica, aunque su eficacia y seguridad no se demostraron claramente.
Podría ayudar contra el hígado graso
Medical News Today agrega que la cúrcuma se suele tomar para prevenir o tratar el hígado graso no alcohólico, ya que la curcumina es antiinflamatorio y puede ayudar a reducir la inflamación causada por este padecimiento.
En pequeñas investigaciones se ha encontrado que sus suplementos podrían reducir algunos síntomas de la enfermedad, pero según dicho sitio, “los remedios naturales no sustituyen al tratamiento estándar. Tampoco son una alternativa a la práctica de un estilo de vida saludable para prevenirla”.
Podría dañar al hígado
De lo bueno poco: excederte con los compuestos de la cúrcuma puede tener efectos secundarios en tu cuerpo, por ejemplo, estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos, reflujo ácido y dolor abdominal, además, en raras ocasiones esta planta y sus suplementos pueden dañar al hígado, dice Medical News Today.
“Tanto la cúrcuma como la curcumina se consideraban generalmente seguras y durante muchos años no se habían relacionado con casos de lesiones hepáticas de forma consistente”, dice National Institutes of Health (NIH).
Sin embargo, dicho sitio de salud agrega que hay informes aislados han mostrado la posibilidad de lesión hepática por el consumo de suplementos de este ingrediente.
¿Qué efecto tiene la cúrcuma en los riñones?
Los riñones sanos pueden filtrar alrededor de medio vaso de sangre por minuto: eliminan desechos, producen orina y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales. Así que lo que bebes también los impacta.
La cúrcuma puede tener dos filos cuando hablamos de los riñones, ya que puede afectarlos o beneficiarlos, según la forma en que lo tomas.
Podría ayudar contra la enfermedad renal crónica
Una revisión de National Institutes of Health (NIH) menciona que las propiedades antiinflamatorias de la curcumina podrían tener un efecto favorable contra la enfermedad renal crónica (enfermedad inflamatoria), pero faltan más investigaciones antes de afirmarlo.
Saludable para los riñones
National Kidney Foundation considera que la especia de cúrcuma es segura para los riñones, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, pero hay que tener precaución al consumir este ingrediente en suplementos o en exceso, ya que puede tener el efecto contrario.
La dietista Mary-Eve Brown explica en un artículo de Johns Hopkins Medicine que en especial los suplementos pueden ser peligrosos sin supervisión médica, ya que contienen concentraciones mucho más altas que en un té o un platillo.
Podría causar cálculos renales
Aunque parece contradictorio, la cúrcuma, que es considerada saludable para tus riñones, también puede causar cálculos renales.
De acuerdo con Healhtline, al tener oxalato, una dosis alta de cúrcuma contribuye a la formación de cálculos renales en personas predispuestas o con antecedentes familiares.
LiveStrong dice que los especialistas no recomiendan su consumo para personas con padecer cálculos renales y algunos informes han indicado que puede no ser segura para los pacientes en diálisis cuando se usa en grandes cantidades.
No ‘desintoxica’ al hígado ni a los riñones
La cúrcuma es parte del universo de dietas depurativas que prometen limpiar de toxinas a tu cuerpo, pero Mayo Clinic destaca que el cuerpo ya hace este proceso solo, de hecho, es función de tu hígado, riñones y tracto gastrointestinal.
Es decir, esta desintoxicación va a pasar sin importar si tomas o no cúrcuma, aunque podrías ayudar a este proceso si bebes suficiente agua y llevas una alimentación equilibrada sin alimentos procesados y con más alimentos integrales.
¿Qué enfermedades se curan con la cúrcuma?
En la medicina tradicional de la India, la cúrcuma se consume desde hace siglos para tratar afecciones de la piel, problemas digestivos y dolores; sin embargo, poco se ha probado en humanos y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no reconoce formalmente ninguno de sus beneficios.
“Se ha investigado mucho sobre las sustancias de la cúrcuma, pero sus efectos sobre la salud siguen siendo inciertos”, destaca el NIH.
Así que, oficialmente, la cúrcuma no cura ninguna enfermedad, aunque de forma moderada puede formar parte de una alimentación saludable porque tiene nutrientes como manganeso, hierro, cobre, vitaminas, minerales, polifenoles y antioxidantes.
Según el NIH, la cúrcuma y la curcumina tienen “actividades biológicas interesantes, pero son difíciles de estudiar... no se ha llegado a conclusiones claras sobre si estas sustancias tienen beneficios para las afecciones de salud”.
Sus curcuminoides, de los cuales el más importante es la curcumina, se siguen analizando por sus propiedades antiinflamatorias, antidiabéticas y antioxidantes.
La cúrcuma en realidad tiene muy poca curcumina y esta se absorbe muy mal en el cuerpo, por ello, un consejo habitual de los especialistas es combinar esta planta con pimienta negra, lo cual ayuda a mejorarla.