“Uno como quiera, pero”... ¿Y el hígado? La salud de aquel órgano, especializado en filtrar la sangre del cuerpo, se ve afectada directamente por lo que consume el organismo, una de las bebidas cuya ingesta excesiva puede dañarlo proviene de las manzanas.
Se trata de la sidra, una bebida alcohólica que, de acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, se obtiene a partir de la fermentación natural del jugo de manzana y que se tiene registro de su existencia desde el siglo XII en Francia y Gran Bretaña.
En tierras mexicanas, la sidra se acostumbra a beber en la temporada decembrina durante eventos como posadas, cenas de Navidad y hasta para despedir el año.
Uno de los estados productores más reconocidos en México es Puebla, cuyos municipios de Huejotzingo y Zacatlán de las manzanas se caracterizan por el tipo de sidra que generan con un sabor dulce.
¿Cuál es el efecto de la sidra en el hígado?
En conversación con Eat this, not that, la especialista Janet Coleman compartió que uno de los peores elementos para la salud del hígado es el consumo en grandes cantidades de alcohol; sin embargo, el tipo de bebida alcohólica influye en qué tan extensos son los daños.
“Se sabe que el alcohol causa daños a este órgano vital (el hígado), pero una amplia variedad de bebidas alcohólicas también pueden plantear riesgos para la salud. De hecho, algunas personas pueden correr riesgo de intoxicación si consumen demasiado alcohol”.
En otras palabras, los licores fuertes, como el ron y vodka, son los que tienen mayores efectos secundarios en la salud del hígado, pero, ¿qué tiene que ver la sidra?
Al ser una bebida alcohólica con una alta concentración de etanol, compuesto químico que forma parte del alcohol, su consumo excesivo o en grandes cantidades podría afectar la salud del hígado y provocar problemas estomacales.
“A diferencia de otras bebidas alcohólicas, la sidra fuerte tiene una alta concentración de etanol que puede provocar problemas estomacales cuando se consume en grandes cantidades”, puntualizó Coleman a Eat this, not that.
¿Cuánta sidra tomar al día?
Al ser una bebida alcohólica, lo más recomendable es mantener un consumo moderado de sidra para evitar padecer sus efectos secundarios.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) mencionan que, en el caso de adultos saludables con una dieta balanceada, lo más recomendable es que en hombres se tome menos de dos bebidas alcohólicas y en mujeres menos de una por día.
Es decir, tomar una copa de sidra para brindar en una cena navideña o festejo de fin de año no debería presentar complicaciones en el organismo.
¿Cuál es el efecto del alcohol en el hígado?
A pesar de que el hígado es un órgano con una gran capacidad de filtrar la sangre, el consumo habitual de alcohol lo puede dañar de manera permanente.
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) comenta que cada vez que el hígado filtra alcohol, algunas de sus células mueren. El órgano puede desarrollar nuevas, pero la ingesta prolongada, es decir, beber demasiado, reduce la capacidad de regeneración, lo que resulta en daños irreversibles.
Algunas de las enfermedades que se pueden desarrollar en el hígado por el alcohol son:
- Hígado graso alcohólico
- Hepatitis alcohólica
- Cirrosis
De igual manera, grandes cantidades de alcohol en el hígado puede resultar en daños hacia otros sistemas del cuerpo, como al que pertenecen los riñones.
¿Cuáles son las peores bebidas para el hígado?
Además del alcohol, existen otro tipo de bebidas que pueden afectar el funcionamiento del hígado.
Bebidas azucaradas
El sitio de Harvard T.H. Chan School of Public Health señala que las bebidas azucaradas son aquellas que su elaboración contiene azúcares añadidos o edulcorantes.
En esta categoría entran bebidas como aguas de sabor, bebidas energéticas y deportivas. A pesar de ello, uno de los peores elementos de esta categoría, para el hígado, son los diferentes tipos de refresco por sus altos contenidos de azúcar, entre otros ingredientes.
“De todos los alimentos azucarados, los refrescos azucarados son los que más dañan el hígado. Beber refrescos con regularidad también está estrechamente relacionado con un alto nivel de azúcar en sangre, obesidad, enfermedades cardiacas, gota, demencia, problemas dentales, diabetes e incluso cáncer”, explicó a Eat this, not that el doctor Waqas Mahmood, médico del Hospital de la Universidad de Pensilvania.
Asimismo, según Healthline, las grandes cantidades de fructosa en el refresco se transforman en grasa al entrar al hígado, que se encarga de expulsar este elemento en forma de triglicéridos sanguíneos, pero una parte se mantiene en el órgano.