Inmobiliario

Descarbonización amplía brechas de sustentabilidad inmobiliaria

Las ciudades de la región Latam registran menores niveles de emisiones, pero aún tienen desafíos para reducirlas.

Las certificaciones LEED, WELL, EDGE y Net Zero colaboran en el cumplimiento de compromisos internacionales. (jenn verrier)

La reducción de emisiones de carbono al medio ambiente en las ciudades de América Latina, enfrenta desafíos profundos, a pesar de representar menores niveles que en las ciudades globales.Hay un reto en la descarbonización del sector inmobiliario de la región, que actualmente representa 44% de las emisiones totales, pero crecerá en el tiempo ante la falta de monitoreo. Las ciudades desarrolladas generan 60% de las emisiones, muchas de ellas generadas por el consumo energético.”El compromiso en el mundo por alcanzar el nivel net zero en 2050 avanza, pero muchos países en América Latina han planteado reducir niveles distintos, incluso en la región se prevé alcanzar esa meta hasta 2050″, dice Ruth Corona, directora de Energía y Servicios Sustentables en JLL México.

El reporte “La Descarbonización de las Ciudades y los Activos Inmobiliarios” emitido por esta firma revela que la reducción de emisiones del sector inmobiliario es fundamental para lograr un futuro con cero ya que los edificios representan el 41% de las emisiones de carbono en las ciudades latinoamericanas.

En función de lo anterior, el estudio plantea que la descarbonización yla electrificación del medio urbanizado serán vitales para conseguir una economía mundial sostenible con cero emisiones netas de carbono (NZC).

Y ejemplifica: en las 32 ciudades estudiadas en este informe, los edificios representan un 60% de las emisiones totales, llegando a superar el 70% en el caso de algunos de los grandes centros empresariales.

Por tanto, el reto del acondicionamiento en las ciudades consolidadas es enorme, ya que aproximadamente un 80% de los edificios que estarán en pie en 2050 ya está construido.

Así, plantea el análisis, para cumplir los objetivos de 2050, la tasa de acondicionamiento deberá superar el 3% anual.Esto representa, desde la perspectiva de Corona, que la industria tendría que realizar acciones específicas no sólo en las nuevas edificaciones, sino hacer adecuaciones en el parque inmobiliario de segunda generación, una tendencia reconocida en otros mercados como el retrofit.

Se trata de acciones que implican la renovación del aire acondicionado, incorporar elevadores y más eficientes.Este contexto hace que en la región, Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, ocupen en el ranking la tercera, cuarta y décima posición respecto al nivel de emisiones que genera el sector inmobiliario.

Todas estas acciones requieren de inversiones, sin embargo, la directora asegura que existen modelos nuevos como el denominado energy as a service de la propia firma, que permite inversiones en el desarrollo de modelos de generación distribuida.”Se trata de servicios que permite la firma de convenios de un x número de años de suministro energético, provisto por un tercero que genera el proyecto, lo implementa, opera y mantiene. Por ejemplo, el que demanda el aire acondicionado a través del pago de una iguala mensual”.

Actualmente, distintos compromisos están contenidos en los criterios ESG (Environmental, Social and Governance), las certificaciones LEED, WELL, EDGE y Net Zero considerados clave para dinamizar el cambio que requiere una industria que emite junto con la industria y el transporte, la mayoría de las emisiones de huella de carbono.Corona considera que el avance de estas acciones requiere de esfuerzos compartidos con instancias de gobierno que permitan generar estímulos a la industria para favorecer la operación vía estímulos fiscales como un impuesto al carbono.Hasta ahora las metas a nivel internacional establecen vía organismos como el World Green Building Council (USGBC) que los nuevos edificios, la infraestructura y las renovaciones al menos deberán tener un 40% menos de emisiones y los nuevos edificios una operación net zero en cuanto a su huella de carbono en los próximos  siete años.

Estas acciones se dirigen en el mediano plazo hacia la meta mencionada de que en  2050 todos los nuevos edificios, infraestructura y renovaciones sean net zero.


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