Management

Cómete la rana para ser más productivo

Si sientes que trabajas todo el día, pero no avanzas lo suficiente para alcanzar tus metas, tal vez es momento de que cambies tu manera de elegir tus tareas. No sucumbas a la tentación de hacer primero lo más fácil, es mejor que te comas una rana al inicio de tu jornada y termines ese pendiente que tanto has aplazado.

CIUDAD DE MÉXICO.- Si te la pasas trabajando todo el día, pero no logras cumplir tus metas o no sientes que tu lista de pendientes se acorte, tal vez sea momento de que empieces a comer ranas.

Come una rana viva en la mañana y nada peor ocurrirá el resto del día

La frase es comúnmente atribuida al escritor Mark Twain, aunque es probable que realmente sea del francés Nicolas Chamfort, y es la base de un método delineado por Brian Tracy para evitar la procrastinación.

Procrastinar
Proviene del latín pro, que significa hacia adelante, y cras, que significa mañana.

Según la Real Academia de la Lengua Española, procrastinar significa diferir o aplazar.



Para que ataques tu lista de pendientes de la mejor manera posible, sigue estos consejos:

Define qué quieres lograr
Tanto en tu carrera profesional como en tu vida personal, es necesario que tengas claro a dónde quieres llegar, para que así puedas identificar cuáles son las tareas más importantes que debes realizar para alcanzar tus metas y, al mismo tiempo, qué cosas no aportan a tu éxito, para que no les dediques tu tiempo.

Haz lo más difícil primero
Puedes estar tentado a comenzar tu día haciendo esas pequeñas tareas fáciles que tienes en tu lista, pero esto puede contribuir a que siempre estés trabajando y nunca logres los resultados deseados.

Ten en cuenta que lo más difícil e importante de tu lista es probablemente lo que te traerá los mayores resultados y, dado que el tiempo es escaso y la capacidad de atención se reduce conforme pasan las horas, lo más inteligente es atacar primero esas tareas.


Piensa en rebanadas
Enfrentarte a un proyecto complicado puede causar preocupación y ansiedad, así que lo mejor es separarlo en pequeñas partes, cada una con su subconjunto de tareas, e ir trabajando en una sección a la vez. De esa manera, el proyecto deja de parecer tan imponente y puedes acumular pequeños avances que te llevarán a alcanzar la meta final.

Clasifica tus tareas
Ya que tengas la lista de acciones que debes realizar, clasifícalas en orden de importancia. El objetivo es que liberes tu tiempo para realizar las tareas más importantes primero. Al final tendrás:
A) Tareas ineludibles y vitales para tu trabajo.
B) Cosas que deberías hacer, pero las consecuencias de no hacerlas inmediatamente son mínimas.
C) Las tareas que sería bueno hacer, pero no pasará nada si no las realizas.
D) Acciones y responsabilidades que puedes delegar.
E) Tareas que puedes eliminar pues no contribuyen realmente a tus metas.

Prepárate antes de empezar
Planea una noche antes cuál será tu plan para el día, de modo que no pierdas tiempo decidiendo qué hacer. Puedes realizar una lista general de cosas por hacer y de ahí ir sacando las tareas a realizar cada día.
Además, este trabajo previo te permitirá reconocer qué necesitas para hacer tu trabajo, ya sea buscar documentos o contar con ciertas herramientas especiales, de modo que puedes asegurarte de tenerlas a la mano antes de empezar, en lugar de tener que detener tu flujo de trabajo para obtenerlas.

Presiónate
El mayor interesado en tu éxito eres tú, así que no esperes a que alguien más llegue a presionarte para que cumplas tus metas. Aborda tus tareas como una competencia contra ti mismo, trata de lograr más que un día antes y de tardar menos tiempo. Imponte fechas límites y cumple con ellas, así como respetas las que te ponen tus jefes.

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