Desde muy jóven he vivido en muchas ciudades, esto me enseñó a solucionar problemas, aprendí a adaptarme rápidamente, maduré muy rápido gracias a trabajar y viajar.
Mi deseo es que cuando tenga hijos, les pueda dar la misma experiencia de ser independientes, conocer otras culturas, solucionar problemas fuera de su zona de confort y la mejor manera es viviendo en otros países desde muy jóvenes y por periodos de tiempo. Esto es tan importante como lo que se aprende en la educación primaria y secundaria. Espero que en los próximos años la experiencia educativa incluya tecnologías en el metaverso.
Expertos llevan décadas pronosticando una revolución educativa con el auge de nuevas tecnologías; durante la pandemia nos dimos cuenta que esto no sucedió. Tomar clases en Zoom es horrible. Los niños y jóvenes se aburren, es tedioso, no existe intercambio de ideas y no pueden desarrollar lo que para mí es lo más importante en la educación primaria: sus capacidades emocionales e interpersonales, interactuar con sus pares al formar grupos, resolver conflictos, negociar con el maestro.
Esto es porque, aunque puedes tomar clases de manera virtual, la experiencia y la pantalla sigue siendo plana, en 2D. Ves una pantalla y debes voltear a la cámara para tener contacto visual, pero si lo haces, tu no estás viendo al otro. Es en vivo, pero parece que ves una grabación, sobre todo cuando la sesión supera los cinco u ocho estudiantes.
Hay muchas cosas que no se pueden simular en realidad virtual, la interacción con los estudiantes, el uso de herramientas, los juegos, la energía de los debates en el salón.
Imagino una escuela híbrida, que te permita tomar tus clases de manera virtual cuando lo necesites.
Por ejemplo, un área de trabajo construida en el metaverso debe tener una continuidad similar a la realidad. Entonces, si tienes una sala de juntas o un escritorio, te vas y regresas, los objetos deben permanecer como los dejamos, documentos, imágenes. En la actualidad, cuando finalizamos una videoconferencia, la experiencia es plana, no hay herramientas compartidas y todo comienza desde cero.
En el caso de una clase, una vez que te coloques tu equipo de realidad virtual, deberías sentirte en el lugar, poder ver a tus compañeros, al profesor, las notas de la persona de al lado, mirar a tu alrededor y elegir a qué ponerle atención. Deberías poder tener conversaciones privadas, como lo podrías hacer en un salón, deberías poder interrumpir a alguien como en un debate, utilizar herramientas y objetos enfrente de todos.
Una de las peores experiencias para la convivencia híbrida es cuando existen varias personas presentes de manera física y, solo un par, se conectan de manera virtual. Lo experimenté durante la pandemia cuando viví en Canadá. Era el único conectado de manera virtual y mis amigos y colegas, una vez terminada la junta, o durante los descansos, platicaban fuera de cámara, no me escuchaban, no los escuchaba, no podía ver sus rostros. No puedo imaginar a un niño que tenga que pasar por esta experiencia educativa durante años.
Esto no tiene que ser así si los líderes en la industria de la educación adoptan al metaverso, la experiencia educativa por fín tendrá cambios sustanciales que no se han visto desde la Revolución Industrial.
Podrías acudir unas semanas de manera virtual a tu escuela física, mientras vives la experiencia de vivir en otro país, aprender nuevas culturas, sin la actual sensación de ver a una pantalla mientras todos interactúan en persona.
Los costos de operar se reducirán y la oportunidad de ir a las mejores escuelas, aunque no estés en un país desarrollado, se democratizará.
Aprender a interactuar de manera híbrida se volverá cada vez más importante ya que, una vez que estos estudiantes se incorporen a la fuerza laboral, deberán usar herramientas que en la actualidad no se incluyen en las escuelas.
Como la educación, existen decenas de industrias que se beneficiarán de los cambios que vienen. Está en tí decidir si tu empresa lo aprovecha desde el principio o junto con el mercado.
Hasta la próxima semana, Manuel.
Este texto es parte de una serie sobre el metaverso puedes ver mi columna con los textos anteriores aqui