El peso cerró este viernes con una ganancia por un ligero debilitamiento del dólar, pese a las presiones inflacionarias y la incertidumbre del futuro de la política monetaria en la Reserva Federal.
De acuerdo con datos del Banco de México, la moneda mexicana se apreció 1.17 por ciento al quedar en 20.08 unidades por dólar, su mayor apreciación desde principios de marzo pasado.
Al corte semanal, el peso registró una ganancia de 0.21 por ciento, la segunda consecutiva.
El peso tocó un mínimo de 20.15 y un máximo de 20.27 unidades por dólar durante la jornada.
En ventanilla bancaria, el dólar se vende en 20.60 unidades, según datos de Citibanamex.
Para el índice dólar de Bloomberg, que mide la fortaleza del billete verde frente a una canasta de 10 divisas, baja ligeramente 0.02 por ciento al ubicarse en mil 262.42 puntos.
“El peso recupera terreno a la par de un debilitamiento del dólar estadounidense, luego de que ayer el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló en una entrevista de radio que es probable que los siguientes dos incrementos a la tasa de interés sean a un ritmo de 50 puntos base cada uno”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
La analista de Banco Base mencionó que si bien no se ha descartado la posibilidad de subir la tasa a un mayor ritmo, señaló que una situación mejor a la esperada podría hacer que los incrementos sean a un menor ritmo. Lo anterior calmó la especulación en los mercados y permitió un retroceso moderado del dólar estadounidense.
“El peso mexicano se aprecia frente al dólar debido a que el comunicado de política monetaria de ayer presentó un sesgo más hawkish al esperado, lo que alimenta la expectativa de que la tasa de interés de referencia seguirá aumentando en los próximos meses, haciendo más atractivo el carry trade de nuestra moneda. Además, el peso se ha beneficiado de la recuperación del petróleo”, indicó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex.