La moneda mexicana cerró el viernes en 19.5677 unidades, con lo que presentó una ganancia semanal de 0.2 por ciento frente al dólar, lo que significó un rally positivo de cinco semanas, el más prolongado desde enero pasado.
La fortaleza del peso se explica principalmente por el diferencial en las tasas de interés, que eleva el atractivo de invertir en instrumentos locales y favorece la demanda de la divisa mexicana.
Gerardo Copca, director de MetAnálisis, indicó que las expectativas de los bancos centrales de todo el mundo es que van a tener que apretar más su política monetaria, ya que es muy probable que la Fed mantenga los aumentos de 50 puntos base para junio y julio, sin embargo, y si el Banco de México llegase a aumentar la tasa en 75 puntos base, el diferencial sería de 625 puntos base, lo que haría más atractiva las inversiones en activos en pesos y por ende una apreciación frente al dólar.
La semana también fue positiva para los precios del crudo, luego de que en la reunión de la OPEP se propusiera un aumento de la producción, que sería insuficiente para mitigar el impacto de la prohibición de importaciones de crudo ruso a Europa, por lo que analistas esperan incrementos para las próximas semanas.
El precio del West Texas Intermediate (WTI) avanzó 4.5 por ciento, y reportó su sexta semana positiva al hilo. Por otro lado, el Brent subió 1.6 por ciento y presentó un rally de tres semanas con ganancias.
En los mercados de valores, en Wall Street se registraron pérdidas semanales; el Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq bajaron 0.3, 0.4 y 0.2 por ciento, respectivamente. En México, la BMV y BIVA bajaron 3.4 y 3.5 por ciento, en cada caso.