El peso mexicano se mantiene resiliente permaneciendo en las 19 unidades, un poco de su fortaleza radica en que los datos de inflación correspondientes a la primera quincena de septiembre, para el mercado mexicano, volvieron a presentar un incremento, lo que hace probable que el Banco Central continúe con el alza en las tasas de interés.
El tipo de cambio cerró en un nivel de 19.9440 pesos por dólar, lo que representa una depreciación intradía de 0.24 por ciento o bien 4.74 centavos, respecto a su cierre previo.
Especialistas de CIBanco, mencionan que, “con los datos de inflación en el país y dada la nueva ruta de la Reserva Federal, el Banco de México tendría que subir su tasa de fondeo en 75 puntos base el próximo 29 de septiembre”.
“Dado lo anterior, por el resto del día el tipo de cambio podría fluctuar entre los 19.80 y 20.0 pesos por dólar spot”, agregaron.
El índice dólar (dxy), que mide la fortaleza de la moneda estadounidense frente a una cesta conformada por otras seis monedas, registra un incremento de 0.55 por ciento, en los 111.25 enteros.
Asimismo, el índice dólar de Bloomberg (bbdxy) incrementa 0.10 por ciento, en los mil 323.32 puntos.
En el mercado de dinero, el rendimiento del bono M en México es de 9.63 por ciento, reflejando un retroceso de 0.004 puntos base, mientras que en Estados Unidos, la tasa del bono a 10 años se ubica en 3.64 por ciento, un incremento de 0.112 puntos base.
Dentro de las divisas de mercados emergentes que avanzan frente al dólar se encuentra el rublo ruso 2.51 por ciento, el real brasileño 1.26 por ciento, peso colombiano 0.82 por ciento y el sol peruano 0.55 por ciento, por mencionar algunas.
Yen se debilita
Del otro lado del mundo, el yen japonés se vio afectado por la postura monetaria ultra laxa, luego de no hacer cambio en su tasa de interés, generando divergencias con otras instituciones.
Lo anterior llevó a cotizar al yen japonés, respecto al dólar, en un máximo de 145.90 y un mínimo de 140.36 yenes.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, explicó que, “la intervención del yen japonés, tuvo efecto sobre la mayoría de las divisas, pues se realizó en la sesión asiática, en donde la liquidez del mercado está dominada por Asia y no por el continente europeo o americano.
La intervención no debe ser interpretada como un punto de giro para la cotización del yen, pues la debilidad de esta divisa es fundamental para su economía, pues está relacionada con la postura monetaria ampliamente flexible del Banco de Japón, que sigue tratando de incentivar a su economía”.