México planea recaudar fondos mediante bonos samurái por primera vez en casi dos años, uniéndose a Eslovenia en la consideración de aprovechar los rendimientos aún relativamente bajos de Japón para vender deuda.
México está vendiendo seis tramos de bonos en yenes que oscilan entre los tres y los 20 años, según una persona familiarizada con el asunto. El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, insinuó previamente este año que el gobierno emitiría un bono samurái en la segunda mitad de 2024.
¿Qué significa que México venda bonos samurái?
La emisión de este tipo de bonos, incluyendo la de Eslovenia, sugiere que, incluso después de que el Banco de Japón pusiera fin este año a sus radicales medidas de flexibilización monetaria, los costos de endeudamiento en yenes siguen siendo atractivos para los prestatarios extranjeros.
Para los inversionistas, la deuda en yenes de soberanos de mercados emergentes —Indonesia vendió bonos samurái en mayo— ofrece la oportunidad de obtener rendimientos adicionales en un momento en que las tasas de los emisores japoneses siguen siendo bajas.
México está aprovechando un mercado que ha visto disminuir las ventas desde sus máximos en la década de 2010, ya que la inflación galopante en todo el mundo, las tasas de interés de los bancos centrales y las pérdidas del mercado de deuda minaron la demanda de activos, De mayor riesgo por parte de los inversionistas japoneses. Las ventas de bonos samurái han caído cerca de un 23 por ciento en lo que va de año, según datos recopilados por Bloomberg.
¿Por qué México apostará por los bonos samurái?
México quiere seguir accediendo al mercado japonés, según Daiwa Securities Co, uno de los colocadores. La volatilidad ha sido intensa debido al aumento de las tasas del Banco de Japón y la preocupación por el estancamiento de la economía estadounidense, pero el emisor decidió anunciar la operación después de que los mercados parecieran haberse estabilizado, según la corredora.
En el mercado de divisas, los inversores minoristas japoneses han recortado las apuestas alcistas sobre el peso mexicano frente al yen, según datos de la plataforma Click 365 de Tokyo Financial Exchange. Esa era una de las operaciones más populares antes de que la aversión al riesgo y el fuerte repunte del yen desde julio mermaran la demanda de los inversionistas.
México ha emitido bonos samurái aproximadamente cada dos años, según muestran los datos recopilados por Bloomberg.
Los rendimientos de sus bonos al 2042 —el vencimiento más largo en circulación— han subido a cerca del 3.57 por ciento desde alrededor del 2.5 por ciento cuando se vendieron hace dos años.
Sin embargo, aunque la inflación se modera en todo el mundo y aumentan las apuestas a que la Reserva Federal señalará que está lista para empezar a recortar las tasas de interés, los rendimientos de referencia de Estados Unidos a 10 años siguen siendo mucho más altos que sus equivalentes japoneses, en torno al 3.87 por ciento frente al 0.885 por ciento.
México tiene previsto utilizar los fondos que recaude en proyectos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, según Mizuho Securities Co, otra de las entidades colocadoras.