Las cifras de inversión bruta fija de mayo tuvieron un sesgo negativo, al caer en términos mensuales mientras que su tasa de variación anual se desaceleró a niveles relativamente bajos.
Ajustada por estacionalidad, en mayo la inversión cayó 0.9% con respecto a abril, una caída menos severa que la de 2.2% que preveíamos. Sobre la misma base ajustada, el crecimiento anual de la inversión se desaceleró a 3.4%, luego de crecer 5.2% en abril y 5.3% en marzo.
Sobre la base original (sin ajustes), el crecimiento anual de la inversión (2.3%) estuvo por debajo de nuestra previsión y del consenso.
La diferencia con nuestro pronóstico se debió a tasas anuales menores que las previstas en compras de bienes de capital tanto importados como nacionales, 2.3% y 6.8% respectivamente versus 3.8% y 9.1%.
En tanto, como anticipamos, la construcción registró una débil lectura, al crecer sólo 1.4% anual en línea con el 1.5% de nuestra previsión, debido a una fuerte desaceleración en el segmento residencial, a 2.6% anual desde 7.9% en abril, mientras que la construcción no residencial continuó débil, creciendo 0.7% anual.
Consideramos que el crecimiento de la inversión continuará mostrando cierta volatilidad en los próximos meses, ante el frágil desempeño que presentan las exportaciones y la recuperación aún moderada del consumo, lo que han propiciado un entorno de bajos niveles de confianza de los productores.
No obstante, prevemos que la inversión comenzará a mostrar una tendencia alcista más clara durante el tercer trimestre del año. Por lo tanto, mantenemos nuestro pronóstico para la tasa de crecimiento de la inversión alrededor de 5% para todo el 2015.
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