La mezcla mexicana de petróleo rompió este martes el piso técnico de 33 dólares por barril, en línea con el comportamiento de los crudos referenciales y ante un escenario difícil para los energéticos, al prevalecer las condiciones de sobreoferta de productos refinados.
Pemex informó que el barril de su petróleo de exportación fijó su precio en 33.62 dólares, lo que significó una reducción de 1.61 por ciento frente a los 34.17 de la sesión anterior.
La caída del petróleo mexicano se dio luego de que el referencial estadounidense WTI cerrara por debajo de los 40 dólares por barril, su nivel más bajo de los últimos cuatro meses.
Al cierre de las operaciones, el WTI para entrega en septiembre quedó en 39.51 dólares por barril, una reducción de 1.4 por ciento frente a su nivel previo, borrando las ganancias iniciales que alcanzaron hasta un 2 por ciento.
En lo que respecta al Brent, en esta ocasión retrocedió 0.8 por ciento y fijó su precio en 41.80 dólares por barril.
El comportamiento del crudo se debe más a niveles máximos alcanzados por los productos refinados, como la gasolina, y no tanto a un aumento en los niveles de extracción de petróleo.
De hecho, luego del cierre de operaciones el Instituto Americano del Petróleo (API por sus siglas en inglés) informó que los inventarios de crudo de los Estados Unidos disminuyeron en 1.34 millones de barriles en la semana que finalizó el 29 de julio.
Sin embargo, fue en los destilados en donde se observaron discrepancias. Mientras las existencias de gasolina bajaron en 450 mil barriles al cierre de la semana anterior, de refinados como el diesel y el combustible para calefacción crecieron en 539 mil barriles.
A su vez, la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil informó que la extracción de crudo de país creció 6.8 por ciento, alcanzando los 2.558 millones de barriles diarios, siendo su tercer mes de aumento de forma consecutiva y de paso alcanzo un nuevo máximo histórico, lo que contribuirá para presionar a mayores bajas los precios del petróleo.
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