La familia detrás de una de las fortunas diversificadas más grandes de México está intensificando su apuesta a largo plazo en un banco regional estadounidense, uniéndose así a una ola de superricos del país que expanden sus inversiones en el extranjero.
Antonio Del Valle Perochena y su familia han acumulado una participación de aproximadamente US$250 millones en el propietario del Byline Bank de Chicago, según documentos regulatorios, adquiriendo acciones repetidamente durante el último año, incluso cuando las acciones del banco estadounidense se tambaleaban.
Los Del Valle ya son los mayores accionistas de Byline Bancorp, y su participación del 26.7 por ciento representa el mayor activo estadounidense de su fortuna de aproximadamente 4 mil millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Otros activos incluyen el banco mexicano Ve Por Más y el gigante químico Orbia Advance Corp.
“Siempre invertimos juntos en lo que consideramos core para nosotros”, dijo Del Valle, de 55 años, presidente del holding Kaluz de su familia, en comentarios enviados por correo electrónico. “Byline es core”.
La ola de compras de los Del Valle coincide con un fortalecimiento del peso frente al dólar estadounidense, lo que facilita a los inversionistas mexicanos adquirir activos fuera del país. Carlos Slim, la persona más rica de México, aumentó su participación el mes pasado en la firma inmobiliaria española Realia Business, mientras que la familia multimillonaria detrás del tequila José Cuervo recientemente aumentó sus inversiones inmobiliarias en Estados Unidos.
El superpeso también ha ayudado a multiplicar las finanzas de los megarricos de México, incluidos los Del Valle. Su fortuna se ha duplicado con creces desde principios de 2020, y casi la mitad de su riqueza ahora está vinculada al fabricante de productos químicos Orbia, con sede en Ciudad de México, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
La familia ha informado más de 20 compras de acciones de Byline desde finales de 2022, incluso una realizada el mes pasado. Esta es la primera vez que aumentan su participación desde que el banco comenzó a cotizar en bolsa en 2017, según muestran los documentos presentados.
Byline es “un equilibrio para sus diversas otras inversiones internacionales”, dijo Nathan Race, analista sénior de investigación de acciones centrado en servicios financieros en Piper Sandler & Co.
La ‘buena franquicia’ de la familia Del Valle
La familia Del Valle comenzó a construir su fortuna en la década de 1970 a través de un banco que luego tuvo que entregar al Gobierno mexicano como parte de una nacionalización de toda la industria. Dirigidos por el padre homónimo de Antonio Del Valle, invirtieron parte de las ganancias de ese acuerdo en el sector químico y de la construcción. Regresaron a la industria bancaria de México a principios de los años 1990 como parte de una campaña de privatización.
La crisis financiera los impulsó a empezar a buscar oportunidades entre los prestamistas estadounidenses. Después de analizar alrededor de dos docenas de bancos comunitarios, compraron acciones del predecesor de Byline, Metropolitan Bank Group, en 2013. Una empresa controlada por los Del Valle, MBG Investors I LP, lideró la recapitalización del banco, según los documentos presentados. Se incorporó a la junta junto con su entonces socio, Roberto Herencia, quien sigue siendo presidente.
Los activos totales del banco de Chicago superaron los 9 mil millones de dólares en el primer trimestre, según su informe de ganancias presentado la semana pasada, casi el doble que hace cinco años. El patrimonio de los accionistas superó los1.000 millones de dólares y es la primera vez que alcanza ese nivel en al menos una década.
Las acciones de Byline subieron un 3.3 por ciento el viernes después del informe, lo que eleva su ganancia total desde su oferta pública inicial de 2017 al 15 por ciento. Si bien está por detrás del índice Russell 2000 durante el mismo período, su desempeño es mejor que el de muchos de sus pares financieros de pequeña capitalización.
Del Valle, exejecutivo de ING Groep NV, sigue siendo optimista sobre el banco.
“Cada inversión que hacemos está enfocada al largo plazo”, afirmó. “Creemos que Byline tiene una franquicia muy buena”.