A final de año las personas reciben aguinaldos, vales de despensa y otras prestaciones de ley o superiores. Aunque en ocasiones ese dinero ya está destinado a ciertos gastos o deudas, es importante recordar que la cultura del ahorro siempre nos salvará de alguna emergencia o eventualidad, por ello es importante tener un ‘guardadito’.
Hay dos términos que con frecuencia se confunden: caja de ahorro y fondo de ahorro, te contamos la diferencia para que administres de una mejor manera tus finanzas personales:
Fondo de ahorro
Es una prestación de ley de la empresas, no genera ISR y tampoco forma parte de tu salario diario integrado. Esta figura significa deducción de impuestos para tu patrón.
La dinámica cosiste en que el patrón y el trabajador aporten montos de dinero iguales, siempre y cuando no se exceda 13 por ciento del salario del empleado.
Caja de ahorro
La Comisión Nacional de la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) señala que las cajas de ahorro están integradas por personas físicas, con el objetivo de realizar actividades de ahorro y préstamo a través de depósitos y servicios financieros.
El tipo de operaciones que ofrecen depende del monto total de activos con los que cuentan.
Se trata de una prestación que algunas empresas ofrecen a sus empleados y bajo esta modalidad, cada mes se descuenta un porcentaje del sueldo de estos.
Estas contribuciones voluntarias se juntan con las de los demás empleados, se crea un fondo para obtener préstamos con bajas tasas de intereses y generar dividendos que serán repartidos entre los empleados.
“Los fondos y las cajas de ahorro son esquemas con muchas ventajas para los colaboradores de una empresa como son: rendimientos superiores al que lograrían de manera individual, beneficios fiscales y plazos preferenciales en el financiamiento personal”, afirma Adolfo Negrete, Director de Ahorro Institucional en Grupo Financiero Monex.