La mejor estrategia que pueden adoptar los asalariados para defender su poder adquisitivo ante la escalada de precios de los últimos 20 años consiste en cuidar su empleo, prepagar deudas y no adquirir nuevos préstamos, además de hacer un balance de los ingresos para no dejar que los gastos los superen.
Economistas aconsejan, en la medida de lo posible, elevar ingresos y lograr ahorros suprimiendo los llamados ‘gastos hormiga’, pero también evitando desperdicios de luz o agua en el hogar.
Los expertos advierten que la inflación seguirá aumentando en diciembre y podría concluir 2021 por encima de 7 por ciento anual, lo que sin duda restará poder de compra al consumidor, a quien le espera nuevamente una difícil cuesta de enero de 2022.
El asesor empresarial y patrimonial, Pedro Tello, expone que cuando de administrar mejor nuestro dinero se trata, la primera pregunta que debemos responder es: “¿estoy gastando menos o más de mis ingresos?”.
Después se debe hacer una lista con dos columnas de prioridades de gasto: en la primera columna, se pueden poner las erogaciones ineludibles, como la luz, alimentos, gasolina, renta y colegiaturas; en la segunda columna, los gastos que podrían resultar superfluos en un momento de recorte de ingresos, como pueden ser los servicios de TV o cine de paga, para prescindir de aquellos que no son básicos.
“Si tienen una deuda, páguenla, sobre todo si son a tasa variable porqué el interés cada vez subirá más, y si reciben un aguinaldo, anticipen pagos”, recalca.
Inversión contra inflación
Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera en Citibanamex, expresa que ante la elevada inflación debemos proteger el dinero, invirtiéndolo, buscando generar más ingresos, o teniendo una administración adecuada, para que el efectivo no se esfume.
Para evitar que el dinero se vaya, primero es necesario conocer el ingreso y el gasto. Lo más adecuado es tener un registro diario de nuestras percepciones y gastos, para tomar decisiones adecuadas con él, porque muchas veces no sabemos en qué lo estamos empleando.
Podemos hacer una clasificación por grandes rubros, por ejemplo, lo que estoy gastando en transporte, en despensa, educación, etcétera.
“Hay gastos que son ineludibles, pero otros pudieran ser innecesarios; hay estudios que señalan que el 10 por ciento del gasto de los mexicanos pudiera tratarse de erogaciones hormiga”, indica.
“Se pueden generar ahorros en la misma casa, en ocasiones no nos damos cuenta que estamos gastando de más: por ejemplo, podemos apagar la luz siempre que no la utilicemos, enjabonar los trastes todos a la vez y luego enjuagarlos todos; son medidas que podemos tomar dentro del hogar para poder ahorrar”, abundó.
Si se tienen ahorros monetarios las personas deben definir en qué instrumentos financieros invertirlos, analizando previamente cuándo se va a necesitar el dinero y el riesgo que estén dispuestos a tomar.
Si lo único que se quiere es proteger el dinero para que no pierda poder adquisitivo ante la inflación, se pueden buscar instrumentos de ahorro e inversión que aseguren que el rendimiento sea igual o mayor al alza de los precios.