Hoy es posible adquirir medicamentos para las diversas enfermedades que nos aquejan, con la seguridad de que la versión genérica que podemos encontrar en la farmacia de la esquina nos va a producir el mismo efecto terapéutico.
Esto es gracias a que la industria farmacéutica nacional tiene, desde hace muchos años, un contacto directo con los proveedores de los ingredientes o sustancias activas que provienen de naciones como India o China, entre otros, para la fabricación de esta clase de medicamentos.
Además de que, a partir de 2008, es obligación de todos los medicamentos genéricos demostrar mediante pruebas que son intercambiables con los que tuvieron patente.
Pero, ¿qué son, cómo funcionan, por qué cuestan menos y qué normas tienen que cumplir los medicamentos genéricos?
Arturo Manríquez, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores y Laboratorios de Medicamentos Genéricos (Dilameg), explicó que son medicamentos fabricados para ser igual a un medicamento de referencia en cuanto a su dosificación, seguridad, calidad, rendimiento y uso previsto.
Agregó que los medicamentos genéricos funcionan de la misma manera y proporcionan los mismos beneficios clínicos que los que gozaron de una patente por 20 años y quedan como referencia.
Ahora bien, los medicamentos genéricos cuestan mucho menos que los manufacturados por los laboratorios que tuvieron la patente para comercializarlos en exclusiva por dos décadas, debido a la inversión realizada en investigación, lanzamiento y mercadotecnia. Al ser fabricados por diferentes empresas altamente productivas, genera competencia y un menor costo, por lo que los genéricos se venden con descuentos sustanciales.
Al hablar sobre las normas que deben cumplir, Manríquez mencionó que los medicamentos genéricos solo se comercializan después de una examinación rigurosa por parte de instituciones avaladas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Salud.
Los estudios de bioequivalencia son la principal herramienta para demostrar que un medicamento genérico cumple con las mismas características de calidad, seguridad y eficacia que un medicamento de referencia.
Por eso, la próxima vez que te receten un medicamento, pregunta a tu médico cuál es la sustancia activa que contiene y búscalo en su versión genérica, así aliviarás no solo tus males, sino también ayudaras a tu bolsillo.