En México hay una cultura de temor al SAT, por lo que muchos contribuyentes no obligados a presentar declaración, como es el caso de los asalariados con ingresos menores a los 400 mil pesos, no se atreven a enviar el documento por su cuenta.
“Es muy probable que les pudiera resultar un saldo a favor”, advirtió en entrevista Enrique García, director de la app TaxDown.
“En realidad no se están librando de un peligro, sino que se están perdiendo del derecho de reclamar algo que les corresponde; en España, las personas están acostumbradas a calcular para saber si realmente tienen derecho a una devolución”, ejemplificó.
Explicó que la aplicación TaxDown, en su versión gratuita o PRO, puede ayudar a las personas a revisar las facturas y determinar cuáles están mal marcadas por el SAT y a ver por qué no se toman en cuenta para las devoluciones. La versión PRO los acompaña hasta obtener una devolución.
Elio Zurita, especialista del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que muchos asalariados desconocen si tienen deducciones de gastos médicos y de dentista, hospitalarios, funerarios, de colegiaturas, de donativos u otros, que pueden hacerlos deducibles de su declaración anual y podrían obtendrán un saldo a favor.
“Por ello, es importante que no le tengan miedo al SAT e ingresen a su buzón tributario, en donde ya viene precargada toda la información y verifiquen los gastos que hicieron en el año y por los que pidieron factura para que los hagan deducibles y puedan obtener una devolución”, recomendó.
Las personas físicas aun siendo asalariadas tienen derecho a deducir de impuestos más de una docena de gastos, entre los que destacan los intereses reales pagados por un crédito hipotecario o las aportaciones voluntarias a la Afore, informa el propio SAT en su portal.
También se pueden acreditar contra impuestos los honorarios por servicios profesionales en materia de psicología y nutrición; gastos hospitalarios y medicinas incluidas en facturas de hospitales (con excepción de los comprobantes de farmacias); los análisis, estudios clínicos; honorarios a enfermeras; la compra o alquiler de aparatos para el restablecimiento o rehabilitación del paciente y prótesis.
Se puede acreditar, igualmente, la compra de lentes ópticos graduados para corregir efectos visuales y primas por seguros de gastos médicos, complementarios.
Son deducibles las colegiaturas y el transporte escolar, entre otros.