¿Te urge mudarte a un nuevo ‘depa’ y te falta un aval? No está todo perdido, existen tres alternativas para cambiarte a un inmueble rentado sin necesidad de cumplir con este requisito.
En la actualidad, las inmobiliarias solicitan un aval para iniciar un contrato de arrendamiento, el objetivo es brindar “tranquilidad” a los arrendatarios en caso de que no se cumplan los pagos de la renta.
Sin embargo, no todos cuentan con un aval para esta circunstancia, entonces, ¿qué hacer si no tengo el aval para rentar?
¿Qué es un aval y por qué lo piden para rentar?
Antes de estresarte por no tener un aval, lo primero que debes saber es que esta figura legal funge como garantía en caso de que el inquilino no pague la renta acordada previamente en el contrato de arrendamiento.
Esto quiere decir que la persona designada como aval será la encargada de dar seguimiento y cumplimiento a las obligaciones del arrendatario.
Los avales también suelen denominarse “fianzas”, “afianzamientos” o “garantías personales” y se comprometen al cumplimiento de la obligación con todos sus bienes, salvo que se establezcan límites a esa responsabilidad.
El título de fiador está regulado por el Código Civil y cumple como un “seguro” para el propietario.
¿Qué hacer si no tengo aval para renta?
De acuerdo con Propiedades.com, existen tres opciones para lidiar con el problema de no tener aval. Estas son las opciones:
1. Renta sin aval con Arrendavit
Arrendavit, una alternativa de Infonavit, es una de las opciones para renta sin aval. No obstante, es importante considerar que para conseguir este apoyo de Infonavit hay que cumplir con los siguientes requisitos:
- Garantía, que es el monto de la subcuenta del solicitante. Ésta deberá ser mayor a 6 meses de renta
- Precio del alquiler mensual, el cual no debe superar el 25 por ciento del salario
- Plazo mínimo de tu contrato, que debe ser por 12 meses mínimo
2. Aval bancario
Si el interesado en rentar no tiene subcuenta de Infonavit o no la tiene activa, puede solicitar que su banco sea el aval. La entidad financiera realizará un estudio para confirmar la capacidad de pago del usuario.
Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com, indica que esta opción es conveniente, pues una entidad bancaria ofrece garantías por diferendo de pago. Esto permite tener un contrato de alquiler en forma.
“Muchas veces esto no es opcional, sino que es un requisito obligatorio para proceder a contratar el inmueble. Las garantías también fungen como un depósito, en caso de que los pagos mensuales no se realicen durante un plazo preestablecido”, afirma el especialista.
3. Póliza o fianza de arrendamiento
Esta es otra de las opciones para rentar sin aval. Dicha póliza se solicita con una empresa afianzadora para que cubra los gastos de alquiler, en caso de que el inquilino no pueda. Con este instrumento, el arrendador protege su patrimonio.
Antes de elegir una empresa es importante consultar si está autorizada por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Para consolidar la contratación, el interesado deberá cubrir el costo de la fianza, que dependerá del valor de la renta mensual y corresponderá a cierto porcentaje. Al igual que otros gastos como:
- Prima base
- Investigación de inmueble
- Pago de derechos
- Investigación en buró de crédito