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Pago de contado, a meses o a meses sin intereses, ¿qué te conviene más?

Una compra inteligente es aquella que se puede hacer sin provocar sobreendeudamientos, por ello, aquí te compartimos tips para que analices qué forma de pago te conviene más.

Para definir cuál es la mejor forma de pago, primero debes analizar tu situación financiera. (Shutterstock)

Pensar la forma de pago antes de realizar una compra puede impactar de forma positiva en tus finanzas personales.

Cuando un cliente está a punto de pagar un producto o servicio se le pregunta: ¿su compra es de contado o a meses o a meses sin intereses? Justo en ese momento es cuando se debe tomar la mejor decisión.

Para lograrlo, lo primero que tiene que hacer es analizar su situación financiera, es decir, se debe cuestionar cuál es su capacidad de pago para adquirir un bien o servicio antes de realizar una compra.

“Ante la disyuntiva de pagar al contado o a meses no hay un respuesta general, ya que siempre dependerá de la capacidad de pago y metas financieras de cada usuario en determinado momento”, explica Daniel Rojas, CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita.


Incluso, para una persona puede funcionar pagar de contado y dentro de algunos meses, si su situación financiera cambia, esta opción puede ya no ser viable. Además, apunta el experto, esta decisión influye de manera directa en el historial crediticio, ya que, si el cliente incumple con los pagos, puede entrar a Buró de Crédito.

De acuerdo con estadísticas del Inegi, 19.7 millones de hogares en México tienen una deuda en créditos, esto quiere decir que 11.5 por ciento está endeudado con una tarjeta de crédito y 8.4 por ciento con un crédito de nómina.

Por esta razón, es importante reflexionar sobre cómo hacemos frente a los compromisos financieros que adquirimos.

¿Qué forma de pago te conviene más: de contado, a meses o a meses sin intereses?

Aunque en ocasiones la decisión de pagar de contado, a meses o a meses sin intereses es compleja, la respuesta va directamente ligada a nuestra capacidad de pago.

Una compra inteligente es aquella que puede hacerse sin provocarnos sobreendeudamientos y a la vez nos genere un historial crediticio favorable para futuras adquisiciones.

Para tomar la mejor decisión, Rocket.la sugiere considerar estas dos recomendaciones:

1. Gastos cotidianos van de contado

Una comida, un paseo, botanas, refrescos y otro tipo de compras similares es preferible pagarlas de contado, ya que se trata de gastos que podemos superar sin contratiempos, no genera intereses y con ello eliminamos deudas a futuro.

En algunos casos hay negocios que ofrecen descuentos por pagar de contado; sin embargo, la liquidez también se reduce y esto puede ser fundamental al momento de presentarse una emergencia financiera que puede complicarse si no se cuenta con un fondo para estos casos.

2. Gastos en bienes duraderos pueden financiarse a meses

Una de las principales ventajas de pagar a meses sin intereses es que tienes la posibilidad de adquirir un producto que no podrías obtener en un solo pago.

Este tipo de compras deben realizarse para bienes duraderos, es decir, objetos que tendrán un uso considerable y que tras concluir los plazos del financiamiento seguiremos ocupando, como una computadora para trabajar y/o estudiar, una lavadora, estufa, microondas, etc. Lo ideal es evitar productos de consumo que sólo nos endeuden sin dar un valor agregado.

Lo más importante a considerar durante este tipo de compras es que algunas pueden cubrirse a meses sin intereses y otras generarán un cargo adicional que estará vigente durante todo el periodo del crédito.

Antes de hacer una compra a meses hay que tomar en cuenta ciertos factores como la generación de intereses, si es que los hay, plazos del financiamiento, capacidad de pago, entre otros rubros.

Finalmente, se sugiere que al realizar una compra a meses (con o sin intereses) se tome en consideración no superar el 30% de la capacidad crediticia, ya que es importante cubrir con los pagos de forma oportuna sin sobre endeudarse y mantenerse por debajo de este porcentaje da pie a que los bancos aumenten gradualmente la línea de crédito.

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