¿Ser o no ser aval? Este es uno de los dilemas más complicados que se presentan cuando una persona pide tu respaldo al momento de adquirir un crédito, pues en caso de aceptar podrías poner en riesgo tu patrimonio y el de tu familia.
En México, ser aval de un mal pagador es una de las principales causas por las que las personas están boletinadas en el Buró de Crédito, de acuerdo con la Condusef. Afortunadamente existe otra opción para aquellas personas que no quieran comprometer su futuro pero busquen ayudar a alguien, se trata del obligado solidario. Si aún no has escuchado este término, aquí te decimos en qué consiste y cómo se diferencia del aval.
¿Qué es un aval?
Según explica la Condusef, un aval es una persona física o moral, que asegura que la deuda será saldada. Esto quiere decir que si la persona o empresa que contrajo la deuda no paga, la institución que dio el préstamo tiene el derecho de exigir al aval que cubra la deuda e incluso puede ejecutar acción legal en contra de esta persona.
¿Te pueden embargar por ser aval?
Sí. En caso de que el aval carezca de recursos para enfrentar sus obligaciones, se puede proceder a retener sus bienes.
Otra consecuencia negativa en caso de impago por parte del deudor y el aval, es que ese atraso se reporta para ambos ante el Buró de Crédito, indica la Condusef.
¿Qué es un obligado solidario?
De acuerdo con SOC Asesores, la figura del obligado solidario aparece cuando dos o más personas se comprometen a pagar el 100 por ciento de la deuda total que se adquirió.
La diferencia que tiene con el aval es que el obligado solidario tiene que pagar su parte de la deuda sin la obligación de cubrirla, si es que el beneficiario no ha cumplido con su pago.
En caso de que el obligado solidario cumpla con el total de la deuda, este también tendrá el derecho de reclamar su parte al beneficiario.
¿Qué debes tener en cuenta antes de aceptar ser aval?
Si te han solicitado ser aval de alguien, la Condusef recomienda que tomes en cuenta lo siguiente:
- Investiga quién te lo está solicitando. Verifica que la persona sea alguien responsable y formal, puedes checar sus hábitos de pago al preguntar a otras personas sobre su comportamiento y formalidad.
- ¿Sabes el tipo de crédito que desea contratar? Infórmate sobre los detalles por cualquier contingencia que llegara a presentarse.
- Indaga sobre sus ingresos. Asegúrate de que los ingresos de la persona que desea el crédito sean estables y no tenga otras deudas para cumplir con sus obligaciones.
- ¿Y tú tienes algún respaldo económico? Recuerda que necesitarás estar preparado/a en caso de que tu avalado necesite ayuda con su préstamo.
- ¿Qué tipo de comunicación tienes con la persona interesada? Tener una buena comunicación y acercamiento puede evitarte muchos problemas en un futuro relacionados con el pago de la deuda.